En el contexto de la detención en Estados Unidos del general Salvador Cienfuegos Zepeda, el análisis de los resultados de la secretaría de Defensa Nacional (Sedena) para el sexenio 2012 – 2018 arroja datos relevantes que podrían explicar, por lo menos en parte, la motivación de la Agencia Norteamericana Antidrogas (DEA), en la detención de quien fuera titular de la Sedena.
Los anexos estadísticos del sexto Informe de gobierno de la administración pasada, disponibles en Internet (https://datos.gob.mx/busca/dataset/sexto-informe-de-gobierno), revelan discrepancias entre los rubros de “Esfuerzo Nacional en la lucha contra el narcotráfico” (anexo M01_065A) y el de “Principales resultados de la Secretaría de la Defensa Nacional en el combate al narcotráfico” (anexo M01_065B).
Las cifras arrojan que por sí misma, la Sedena bajo el mando del general Cienfuegos, fue responsable del 85% de los aseguramientos de mariguana durante los seis años de la administración peñista y del 38% de la totalidad de la cocaína incautada en el período. El dato relevante, sin embargo, son las ausencias: La Sedena no reportó cifras de aseguramiento para los rubros de goma de opio, heroína y psicotrópicos. Cuesta trabajo considerar que las labores de erradicación de la Sedena generen resultados tan disímbolos entre mariguana y goma de opio, que se obtiene en los propios sembradíos, y porque ambas drogas son cosechadas en las mismas sierras del país. Es igualmente notorio que la Sedena, en seis años, no haya asegurado ni siquiera un kilo de heroína o de metanfetaminas, cuando México es un productor de ambas a nivel mundial (“Resumen, conclusiones y consecuencias en materia de políticas”, Informe mundial sobre las drogas 2018, ONU).
La acusación presentada el 16 de octubre por la DEA ante la juez Carol B. Amon, detalla en su apartado C. Conducta criminal del acusado, el haber “asistido corruptamente” al “cártel H-2” en la “importación de miles de kilogramos de cocaína, heroína, metanfetamina y mariguana a los EUA”. Es decir, a partir de las cifras oficiales del gobierno federal 2012 – 2018, se vislumbra un posible escenario de erradicación u aseguramiento selectivos, lo cual, desafortunadamente, le brindaría sustento a la acusación de las autoridades norteamericanas.
Las omisiones en los reportes oficiales de resultados de la propia Sedena dejan mal parado a su anterior titular. Sin embargo, persiste la pregunta: sí, suponiendo sin conceder, que el entonces general secretario apoyaba desde la institución castrense a un grupo criminal dedicado al trasiego de drogas ¿Por qué fue de visita a EU? ¿Por qué el general Cienfuegos habría pensado que podría pisar suelo norteamericano con total impunidad? ¿Acaso estamos, como ante el caso de Genaro García Luna, en un contexto de relación bilateral en el cual ex funcionarios mexicanos perciben que sus contactos de alto nivel en el gobierno norteamericano los exime de sus todas sus culpas, reales o presuntas? O, ¿A caso el conflicto al interior de las instituciones de seguridad norteamericanas estaría desarreglando pactos inconfesables con los aliados estratégicos? México no es el único país con el que se han tenido desavenencias relevantes en los últimos años, de hecho, la geopolítica norteamericana se ha visto seriamente trastocada durante la administración Trump.
Juzgue usted.
