En varias ocasiones en los últimos meses se ha criticado a la administración encabezada por el presidente López Obrador por no retomar la agenda de inclusión de las mujeres e incluso ningunearlas, con algunos espacios informativos señalando el papel acotado de la secretaria de gobernación, la ministra Olga Sánchez Cordero. El propio mandatario pintó su raya el pasado 6 de marzo con el feminismo al declararse “humanista”.
Los nombramientos hechos durante la conferencia matutina de hoy obedecen, en primer lugar, a una lógica política de cara a las elecciones del próximo 6 de junio y, en segundo lugar, a un replanteamiento de los canales de interlocución con sectores económicos y sociales.
La parte político-electoral va encaminada a disipar cualquier percepción de “machismo” o infravaloración de las mujeres. Así se la moja la pólvora discursiva a la oposición en este tema relevante, porque alrededor del 51% de los votantes son electoras.
Sobre la interlocución política, veamos cada uno de los nombramientos:
Tatiana Clouthier Carrillo como titular de la Secretaría de Economía (SE). La salida de Alfonso Romo de la Oficina de la Presidencia habría dejado sin interlocutores de nivel político al sector empresarial. La sinaloense por nacimiento, avecindada desde hace décadas en uno de los municipios más pudientes del país, San Pedro Garza García, Nuevo León, tiene contacto directo con la clase empresarial y, se espera, logre convencer a los dueños del dinero de invertir. El asunto a observar es si esta interlocución sufrirá, como le pasó a Romo, de las constantes desautorizaciones presidenciales.
Graciela Márquez Colín, sale de la SE y se propone como miembro de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de Geografía y Estadística. El perfil más académico de Márquez Colín, profesora e investigadora de El Colegio de México, quizás implique un mejor desempeño profesional dentro del INEGI. Durante su gestión al frente de la SE los empresarios simplemente no han sentido un espacio institucional sensible a sus intereses y perspectivas.
Galia Borja Gómez, sale de la Tesorería de la Federación y es propuesta como Subgobernadora del Banco de México y miembro de la Junta de Gobierno. Borja Gómez tiene un perfil interesante ya que participó en la Secretaría de Finanzas del entonces GDF, para posteriormente ingresar en 2008 a la Tesorería de la Federación, en donde fue ratificada como titular en diciembre de 2018. Un perfil que para muchos podría calificar de “neoliberal”, ya que fue parte de las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, además de contar con estudios de posgrado en el Tecnológico de Monterrey. Su desempeño sugiere que, si bien apoyará el proyecto político de la 4T, Borja Gómez, hija de Cristina Gómez Álvarez, catedrática de la UNAM y hermana del seis veces Diputado Federal Pablo Gómez, no conllevará sobresaltos de orden técnico en el manejo del banco central.
A la Tesorería de la Federación llega María Elvira Concheiro Borquez, catedrática de la UNAM con doctorado en sociología. Su perfil está muy lejos de la exigencia técnica requerida para estar al frente de la Tesorería de la Federación, unidad administrativa encargada de “los recursos y valores del Gobierno Federal, incluyendo: recepción de ingresos, ejecución de pagos con cargo al PEF y administración de los recursos disponibles de la TESOFE”. Parece difícil de conciliar los seminarios de superación académica de Concheiro Borquez (Teoría y praxis política latinoamericana. La estrategia de la izquierda en el siglo XXI – octubre 2007) con los requerimientos financieros, contables y actuariales que requiere esta posición.
Capitán de altura, Ana Laura López Bautista, Coordinadora General de Puertos y Marina. Se trata de una profesional de la marina mercante que por su título está capacitada para el funcionamiento de un buque, el cuidado de las personas a bordo y la manipulación y estiba de la carga. Lo políticamente relevante es que se trata de personal civil de la marina mercante, con lo que se atiende a los reclamos de este sector de la completa militarización de los puertos. Sin duda, un buen fichaje.
En su mayoría los nombramientos coinciden con la exigencia de profesionalización de la función pública que las mexicanas y los mexicanos merecemos, con algunas sombras de duda que el tiempo y las decisiones revelarán.
Juzgue usted.
