La terrible, repulsiva y condenable invasión militar rusa a Ucrania, nos está mostrando varias, importantes y significativas enseñanzas. Inicio este texto con la siguiente: recordarnos el notable parecido entre los autócratas populistas, aunque pertenezcan a mundos culturales e ideológicos aparentemente diferentes. Revísese la retórica de Vladímir Putin, cargada de mentiras, encono y satanización hacia los gobernantes ucranianos, tildándolos de genocidas, ultranacionalistas y neonazis, para justificar su afán expansionista y hacer realidad su sueño de resucitar el bloque soviético. (Por cierto, para mostrar que la realidad es diametralmente diferente a lo que el dictador ruso pretende, el presidente ucraniano proviene y es integrante de una familia judía y no olvidemos que en Ucrania, los judíos fueron perseguidos por los invasores nazis y luego…por los rusos.).
La revisión del discurso y del actuar del autócrata ruso, facilita traer a la memoria a otros gobernantes de perfil similar, tal como el anterior ocupante de la Casa Blanca (Trump) o a aquél (Chávez) que le habla a su sustituto a través de un pajarito, cual si fuese el espíritu santo región cuatro. O al que ahora gobierna México, que, al convertirse en presidente electo, en una especie de transmutación desapareció su yo para formar parte del todo, al decir lo siguiente: yo ya no me pertenezco, yo estoy al servicio de la nación. Mi amo es el pueblo de México.
Por cierto, nada original el planteamiento puesto que años atrás, el dictador venezolano dijo algo parecido: Yo no me pertenezco, yo le pertenezco al pueblo de Venezuela. Mi vida es de ustedes.
Otro rasgo que los asemeja de forma impresionante es el rechazo a la ciencia, la educación y la innovación tecnológica; comparemos por ejemplo, la posición de rechazo y mofa que asumieron Trump, AMLO y el presidente de Brasil (por cierto, otro destacado ejemplar de esta subespecie) hacia las diferentes medidas protocolarias ante la COVID.
¿Cómo llegaron al poder políticos como los mencionados? ¿Por qué la mayoría electoral los favoreció? considero que requerimos hacer un riguroso examen de los factores y circunstancias que propiciaron y facilitaron la llegada de morena y sus aliados a la presidencia de la República, tales como el hartazgo y el rechazo ciudadano a la frivolidad y corrupción de la clase política y la consecuente esperanza de un cambio, que ni a morralla llegó.
Antes al contrario, la gestión obradorista ha consistido en socavar instituciones, organismos y programas, avasallando los órganos representativos del poder legislativo y del poder judicial y agrediendo, minimizando y amenazando la existencia de importantes órganos autónomos, que hasta hoy han permitido, con deficiencias y limitaciones, pero también con grandes y significativos avances, tanto la vida democrática, como la transparencia y la rendición de cuentas.
Y es que los autócratas populistas no necesitan Estado ni aparato de gobierno, porque ellos encarnan el Estado (El Estado soy yo) y al propio pueblo. No requieren de sesudos estudios y especializaciones para gobernar a un país o coordinar la gestión de políticas públicas para una nación de 120 millones de habitantes porque están dotados para todo, hasta para no ser contagiados por la covid o para extraer petróleo con gran facilidad. Alguna vez, el que ahora es presidente de la República, abordando o describiendo la complejidad de esta labor, dijo que perforar un pozo es como si se fuese a extraer agua.
La tontería de estos días que nos regaló la 4ª, consiste en la desaparición del Programa de Escuelas de Tiempo Completo, lo que abordaré en el siguiente texto. Saludos.
