Empresas mexicanas adoptan tecnología para aumentar su presencia en mercados internacionales

En un mundo globalizado y altamente competitivo, la inversión en tecnología se ha convertido en un factor esencial para el crecimiento y éxito de las empresas en el ámbito internacional. Según el último informe del International Business Report (IBR) publicado en México por Salles Sainz Grant Thornton, las empresas mexicanas están demostrando una clara tendencia hacia la adopción tecnológica.

De acuerdo con el informe, el 54% de las empresas medianas encuestadas en México planea aumentar su inversión en tecnología en los próximos 12 meses, lo que representa un incremento de 4 puntos porcentuales en comparación con el semestre anterior. A nivel global, el 61% de las empresas también planea aumentar su presupuesto en tecnología.

El impacto de esta inversión tecnológica se traduce en proyecciones de exportaciones optimistas. El 40% de los empresarios medianos mexicanos encuestados esperan un aumento en las exportaciones de sus negocios en los próximos seis meses, una cifra que se encuentra 7 puntos porcentuales por debajo de la media global, que se ubica en un alentador 47%.

Fernando Pliego, socio en Salles Sainz Grant Thornton, destaca que «la tecnología se ha convertido en un pilar fundamental para la estrategia de los negocios y en específico para el comercio exterior. Permite a las empresas optimizar sus operaciones, mejorar su competitividad y acceder a nuevos mercados de manera más eficiente. Esta inversión no solo tiene un impacto positivo en la expansión de los negocios, sino que también contribuye de manera significativa a la recaudación fiscal del país.»

Además, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) está colaborando con actores tecnológicos para introducir soluciones innovadoras que optimicen la recaudación fiscal en el ámbito de las exportaciones. Estas tecnologías incluyen la automatización de procesos, la digitalización de documentos y la aplicación de análisis de datos, y tienen como objetivo reducir la evasión fiscal, simplificar los procedimientos aduaneros y fomentar un ambiente más propicio para el comercio internacional.

Los beneficios clave de esta inversión en tecnologías fiscales en el contexto de las exportaciones incluyen la agilización de procesos aduaneros, la detección de evasión fiscal, la promoción de la transparencia y confianza en las operaciones comerciales, la mejora de la competitividad internacional de las empresas mexicanas y el potencial de crecimiento económico sostenible.

Pliego concluye que «la implementación de tecnología no solo conlleva mejoras en la productividad y la calidad de los productos y servicios exportados, sino que también favorece la transparencia y la trazabilidad en las operaciones comerciales. Además, las herramientas tecnológicas modernas permiten un mejor control de los procesos aduaneros y de cumplimiento, lo que reduce los riesgos de errores y retrasos en las operaciones de exportación. Este enfoque no solo fortalecerá las exportaciones, sino que también contribuirá a la recaudación fiscal y al desarrollo continuo del comercio exterior del país.»

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