Después de pasar más de un año con los infantes en casa, las madres y padres presentaron confusión y ansiedad ante el regreso a clases presenciales mientras la pandemia por Coronavirus sigue activa, de acuerdo al investigador de la Facultad de Psicología (FP) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Alfredo Contreras Valdez.
El confinamiento provocó el cambio de hábitos, rutina diaria, las relaciones sociales y familiares, es por ello que los padres y madres de familia pueden sentir ansiedad como un problema emocional que la humanidad experimento como consecuencia de la emergencia sanitaria que provocó, a su vez, el enfrentamiento a distintos retos, de acuerdo al experto.
La toma de decisión sobre si llevar o no a sus hijos a las escuelas generó en los familiares confusión, por lo que en esta fase de la pandemia dentro del país es necesario abordar de manera clínica los procesos de ansiedad porque pueden convertirse en un trastorno, pues, de acuerdo a Contreras Valdez, la preocupación excesiva es difícil de controlar y podrá afectar en la vida diaria de los adultos.
Para reconocer este padecimiento, la combinación de preocupación y miedo de manera constante y excesiva debe hacerse presente, es decir, un malestar entre lo que se piensa y siente. Incluso, pueden existir respuestas fisiológicas como taquicardia y dificultad en la respiración, sudoración, sensación de ahogo, bochornos y escalofríos.
De acuerdo al investigador, la ansiedad es una respuesta esperada en una persona cuyos proyectos y rutinas diarias se vieron afectados por el Coronavirus, ya que les generó incertidumbre respecto al futuro al no saber si la pandemia finalizara próximamente o no.
Para diferenciar cuando se trata de una respuesta esperada a una eventualidad y cuando se convierta en un problema patológico, es necesario saber que, en el primer caso, la mayoría puede tenerlo, pero la intensidad no es incapacitante y no causa un deterioro significativo.
El trastorno se presenta cuando los indicadores de este estado mental son constantes y por mucho tiempo, lo cual impide que las personas continúen con las actividades cotidianas o cuando generan incapacidad para lograr sus metas.
¿Cómo disminuirla?
De acuerdo con José Alfredo Contreras Valdez, la ansiedad puede disminuir cuando se recuerdan los valores personales y las situaciones que dan sentido a la vida, como las actividades deportivas, el aprendizaje y la convivencia familiar.
Las acciones son personales e ilimitadas, sin embargo, el académico indicó que deben realizarse constantemente, aunque sean pequeñas y a pesar del malestar.
Procurar una higiene del sueño también ayudará a mejorar la situación, practicar la relajación y la meditación. El consumo de sustancias debe evitarse, por lo que se debe practicar el autocuidado y hábitos de alimentación saludables.
Finalmente, el especialista de la UNAM comentó que mantener las redes de apoyo entre la familia, amigos y conocidos permitirá recibir ayuda directa o indirecta, pues así se expresarán los miedos y preocupaciones.
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MAEP.
