Este 15 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Linfoma, el cual es un tipo de tumor maligno que afecta al tejido linfático y puede aparecer en cualquier órgano, sin embargo, de acuerdo a la Secretaría de Salud de México (SSa), el 98 por ciento de los casos son curables si tienen la detección oportuna y el tratamiento adecuado.
Cada año se diagnostican 735 mil nuevos casos alrededor del mundo, mientras que en México se trata del sexto cáncer más común, sólo después del tumor de mama, cervicouterino, pulmón, próstata y colon.
Ante los datos, el Director de Docencia del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), Eduardo Emir Cervera Ceballos, informó que este tipo de cáncer es “altamente curable” y el éxito del tratamiento depende del conocimiento de la enfermedad, el reconocimiento de los síntomas para el diagnóstico temprano.
No obstante, el tratamiento es costoso y prolongado.
Cuando el linfoma está en la etapa dos, el 80 por ciento es curable; en la tres, entre el 70 y 75 por ciento; en la cuarta etapa, el porcentaje es inferior al 50 por ciento.
El especialista en hematología oncológica expuso que hay 42 tipos de linfoma que se agrupan en de Hodgkin y no Hodking. Del primero existen cuatro subtipos, el más frecuente es la esclerosis nodular. Respecto al segundo hay 38 subtipos, los más conocidos son el difuso de células grandes, el cual afecta a niñas, niños y jóvenes; el otro se trata del folicular y es más recurrente en personas mayores de 60 años.
¿Cuáles son los síntomas?
De acuerdo con Eduardo Emir Cervera Ceballos, los síntomas que presenta el paciente de linfoma son el crecimiento de uno o varios grupos de ganglios en el cuello, axilas o ingle, los cuales puede acompañarse con pérdida notoria de peso, sudoración excesiva y fiebre, la cual se presenta habitualmente por la tarde o en la noche.
También se pueden presentar síntomas propios de los órganos afectados, es decir, si aparece en el pulmón se manifiesta en la aparición de tos con sangre o falta de aire; si se desarrolla en el canal raquídeo causa dolor y afecta los nervios; si es gástrico provocará sangrado de estómago.
El bazo y las amígdalas también pueden ser perjudicadas.
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¿Cómo y dónde se trata?
La mayoría de los linfomas se tratan con quimioterapia de combinación que se aplican en hospitales de alta especialidad como en el Instituto Nacional de Cancerología (INCan), el Hospital General de México y el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.
En relación con los infantes que tengan este padecimiento y no cuenten con seguridad social, pueden asistir al Hospital Infantil de México “Federico Gómez” y al Instituto Nacional de Pediatría.
MAEP.
