Autoridades de salud han informado que Ucrania tiene una de las tasas más altas del mundo de tuberculosis multirresistente (MDR) de 32 mil habitantes afectadas por año.
Las aglomeraciones en refugios y sótanos, la desaparición de unidades de salud y la falta de higiene derivados de la guerra en Ucrania, la cual cumplió un mes el pasado 23 de marzo, potencian el riesgo de que enfermedades infecciosas, tales como tuberculosis, virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), Covid-19, poliomielitis y sarampión, aumenten en el país europeo que enfrenta más estragos a causa de la invasión rusa.
Lucica Ditiu, doctora rumana y directora ejecutiva de Stop TB Partnership en Ginebra, Suiza, una asociación enfocada en poner fin a la tuberculosis, padecimiento altamente contagioso y que acaba gradualmente con los pulmones, dijo que si la disputa continúa en Ucrania por un tiempo prolongado, podría afectar de manera severa al sistema de salud.
Antes de este conflicto, las pruebas y vacunas contra Covid-19 ya escaseaban en Ucrania, además de que el país lidiaba con un brote de polio y sarampión desde 2017 a pesar de una cobertura de inoculación de dos dosis contra este último padecimiento del 82%.
Asimismo, autoridades de salud han informado que Ucrania tiene una de las tasas más altas del mundo de tuberculosis multirresistente (MDR) de 32 mil habitantes afectadas por año, de los cuales un 22% padece VIH, siendo la principal causa de muerte entre las personas portadoras del virus.
Lucica Ditiu también dio a conocer que durante los últimos cinco años, las personas con tuberculosis no reciben tratamiento, provocando que la mitad de ellas pueda morir.
Ucrania espera desde inicios de marzo un envío de medicamentos antirretrovirales proveniente de India, apoyo sin llegada por la guerra entre Rusia y Ucrania.
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DH
