Su incidencia disminuye con la BGC, la vacuna más aplicada en el mundo, pero aún se desconoce por qué no genera inmunidad al 100 por ciento, además de que la detección y tratamiento de esta enfermedad se interrumpieron por la pandemia por Covid-19.
A pesar de que en México la incidencia de la tuberculosis es baja comparada con otros países, cada día, cerca de cuatro mil personas pierden la vida por esta enfermedad crónica y, en promedio, 28 mil la contraen en todo el mundo según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, México ocupa el tercer puesto en cuanto a resistencia de la tuberculosis a los antimicrobianos para tratarla por factores de la misma bacteria, genéticos y por la falta de apego al tratamiento.
De acuerdo con la académica de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional Autónoma de México, Antonia Isabel Castillo Rodal, se trata de un padecimiento antiguo que ha acompañado al ser humano desde hace siglos, pues su aparición se remonta a la India de hace tres mil 300 años, y aunque no se ha podido erradicar, se ha progresado poco a poco con la disminución de casos y fallecimientos que genera.
Asimismo, la también especialista del Departamento de Microbiología y Parasitología de la FM señaló que de 2000 a 2020 se salvaron en el planeta 66 millones de vidas con tratamiento farmacéutico, lo que indica la existencia de medicamentos eficaces para contrarrestar la tuberculosis, pero no educación ni conciencia sobre esta afección. La OMS reportó de 23 mil a 37 mil casos en México durante 2019, lo cual es un dato esperanzador porque refleja una reducción lenta pero constante en los últimas tres décadas.
Otras organizaciones como la Secretaría de Salud (Ssa) y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) , han informado que la mayor tasa de incidencia de la tuberculosis se presenta en personas que viven en hacinamiento y pobreza extrema, como quienes se encuentran en las cárceles, mientras que un estudio realizado por Curry J. y colaboradores de México en 2021, reflejó una elevada frecuencia de casos en Tamaulipas, estado donde se observa migración hacia Estados Unidos.
«Ellos explican que su deseo de cruzar la frontera norte los lleva a vivir hacinados por mucho tiempo, y es ahí donde contraen la tuberculosis, una enfermedad infectocontagiosa y de fácil transmisión, que afecta predominantemente los pulmones, pero también puede dañar cualquier otro tejido».
Antonia Isabel Castillo Roldán
La experta profundizó en que 80 por ciento de los casos de tuberculosis afectan a nivel pulmonar, de manera que el resto daña otros tejidos como los ganglios linfáticos, riñones, huesos o articulaciones. Para cualquiera de estos tipos, el tratamiento es el mismo y puede curar hasta el 99 por ciento de éstos si los pacientes se apegan adecuadamente a él por seis meses.
«Tenemos una vacuna que protege de las formas más graves de tuberculosis; en el caso de la pulmonar, sólo 50 por ciento de estos casos podría evitarse con la única vacuna antituberculosa que existe, la BGC que reciben lactantes y niños pequeños».
A. Isabel Castillo Roldán
Castillo Roldán agregó que la incidencia de la tuberculosis disminuye con la BGC, la vacuna más aplicada en el mundo, pero aún se desconoce por qué no genera inmunidad al 100 por ciento, además de que la detección, tratamiento e inoculación contra esta enfermedad se interrumpieron por la pandemia por Covid-19, y la mayor parte de casos surgen en las zonas menos favorecidas, donde las vías de comunicación, la educación y el acceso a la higiene son nulas, pero no es imposible llegar a estos espacios, añadió la experta.
Lourdes García, colega de Castillo Roldán, dio a conocer en 2019 que la población en general debe estar alerta a su evolución, pues la tuberculosis puede pasar a ser una afección de la que sólo se cura la mitad de pacientes a un alto costo y con efectos tóxicos.
«Si tenemos tos frecuente que no se nos quita, fiebre nocturna y pérdida de peso, no hay que dudar para acudir al médico», finalizó la académica de la Facultad de Medicina de la UNAM.
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DH
