Si alguna oficina de medio de comunicación occidental habla o se muestra «hostil» ante los ojos de la ley, será expulsado del país ruso.
En la Duma, o la cámara baja del parlamento ruso, se aprobó de primera un proyecto de ley que otorga a fiscales y autoridades de Rusia el poder para cerrar oficinas de medios de comunicación establecidas en Moscú, Rusia, si es que llegan a mostrarse «antipáticos» con medios de información locales o contra el gobierno.
Asimismo, si la fiscalía ya cerró la oficina, se prohíbe la difusión de artículos u otros materiales.
Para que pueda ser llamada totalmente ley, debe de pasar por otras dos lecturas, ser revisada por la cámara alta del parlamento ruso, y por último, el escrito debe de ser firmado por el presidente Vladimir Putin.
En marzo, a principios de la invasión del Ejército ruso en contra de Ucrania y que a su vez el gobierno adoptara un discurso de «operación especial», Rusia empezó a expulsar medios de comunicación de occidente, así como a eliminar acreditaciones de prensa a los periodistas extranjeros que escribían acerca de la invasión militar rusa.
«En la situación geopolítica actual, los medios de comunicación se han convertido en un instrumento de influencia en el estado informativo de la sociedad».
Puntualizaron los legisladores en una nota explicativa oficial del proyecto de ley.
Como argumento ante la polémica ley que es un ataque a la libertad de prensa, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, reprendió las misivas que ha tenido occidente hacia medios de comunicación prokremlin (como la agencia de información «Sputnik» y el canal de televisón RT) que se les quitó sus acreditaciones de prensa y licencias de transmisión, y que según sus palabras, es un desprecio a la libertad de expresión.
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Igualmente, en Marzo, el presidente de Rusia, Vladimir Putin firmó una ley que puede dar hasta 15 años de cárcel por la difusión masiva de noticias «falsas» que hablen sobre el Ejército de la Federación Rusia. Por lo que obligó a varios medios de comunicación a retirar a sus comunicadores y periodistas del país.
Con información de Reuters.
R.O.G.
