El patriarca Kirill ha dejado entrever el poder que tiene con respecto a la política en Rusia y su relación con la guerra, por lo que diferentes clérigos de la iglesia ortodoxa rusa han mostrado su inconformidad.
Tras la guerra en Ucrania con Rusia, se halla una rebelión religiosa en el mismo contexto, del cual según expertos no tienen precedentes y aseguraron que afecta a la iglesia ortodoxa rusa, misma que influye en Kiev. Es así que diversas autoridades religiosas manifestaron su rechazo hacia Kirill, el patriarca de Moscú y máximo representante de esa institución religiosa. Ante esto, varios de los creyentes dejaron de orar, lo que representó el signo más marcado de desobediencia para los ortodoxos.
Es importante mencionar a la dos comunidades ortodoxas en Ucrania, las cuales son el patriarcado de Moscú (UOC-MP), misma que esta bajo la jurisdicción de Rusia y la iglesia ortodoxa de Ucrania (UOC). Por ello, los obispos rusos ejercían una influencia en Ucrania. Sin embargo, tras el ataque liderado por el presidente Vladimir Putin, alertó al poder de la UOC-MP. Esto por las razones de Kirill, quien no condenó las acciones bélicas y bendijo las tropas rusas. Sin embargo, se sabe que es un antiguo aliado de Putin, que además, llamó «milagro de Dios» a su gobierno en 2012.
Asimismo, diversos académicos, afirmaron la visión compartida entre ambas autoridades de un «Mundo Ruso» basado en que ambas nacionalidades son un mismo pueblo, con el fin de unir a Ucrania para combatir contra amenazas externas. Es así como el sacerdote ortodoxo ucraniano Cyril Hovorun mencionó que Kirill ha proporcionado ideologías a Putin, en ámbitos de eclesiología, relaciones internacionales y ecumenismo.
«Personalmente, creo que sin el aporte de la Iglesia ortodoxa rusa, la guerra hubiera sido imposible porque de esta forma se justifica. Putin tiene esta confianza en sí mismo también porque la Iglesia lo animó a hacerlo».
Por su parte, el metropolitano Onufriy Berezovsky de Kiev y representante de la UOC-MP en Ucrania, condenó las acciones rusas e hizo un llamado a Kirill para dar una solución al conflicto y que se tenga un pacto de paz.
«Es una rebelión interna, una fragmentación de la Iglesia bastante singular, Kirill parece ignorar por completo todas las muertes, la destrucción. No ha pronunciado ni una sola palabra en apoyo a las víctimas ucranianas.»
Una posición que traspasó las fronteras ucranianas y ha desatado una inédita oposición interna a Kirill en la propia Iglesia ortodoxa rusa. De manera que, aproximadamente 300 sacerdotes y diáconos rusos firmaron recientemente una carta abierta titulada «sacerdotes rusos por la paz», donde solicitaron un «alto al fuego inmediato».
«Pensamos con amargura en el abismo que tendrán que superar nuestros hijos y nietos en Rusia y Ucrania para volver a ser amigos, respetarse y quererse.»
Diversas diócesis al interior de la UOC-MP ya han manifestado su intención de independencia de la Iglesia ortodoxa rusa, mientras que otros tanto convocaron a un consejo de obispos con el fin de tomar una decisión que los encamine a abandonar su histórica relación con la institución liderada por Kirill.
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MAO
