Representantes del Banco Mundial, el Diálogo Interamericano, la Unesco y Unicef, informaron la emergencia educativa a raíz de la pandemia.
Debido a la pandemia por Covid-19, diferentes escuelas a nivel mundial se vieron obligadas a cerrar sus instalaciones parcialmente, lo que causó un severo daño educativo, mismo que afecta el futuro de millones de niños y supone un empobrecimiento cultural grave, obligando a tomar acciones inmediatas para salvar a las futuras generaciones.
El sistema educativo ha retrasado el aprendizaje en torno a 1.8 años, además que amenaza con seguir agudizándose, ya que todavía muchas escuelas se encuentran cerradas en el continente, multiplicando el riesgo de abandono escolar, advirtieron los organismos en un llamado al que se sumaron cuatro jefes de estado de la región.
“Estamos en modo emergencia. Y hay que actuar de manera inmediata. No podemos esperar y los gobiernos deben darle la urgencia necesaria porque hay soluciones locales, soluciones de acceso híbrido que se pueden aplicar enseguida», advirtió Italo Dutra, asesor regional de Educación de Unicef.
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Bajo ese marco, los representantes de la Unesco, Unicef, Banco Mundial y el Diálogo Interamericano, coincidieron en que el acceso no equitativo a la tecnología, es un fruto grave a la desigualdad económica y la brecha social entre regiones, lo que da pie a razón del porqué esta emergencia educativa misma «que ya no puede esperar».
«La crisis educativa que afecta a la región no tiene precedentes. Si no actuamos ahora para recuperar las pérdidas de aprendizaje, toda una generación de niños, niñas y jóvenes será menos productiva en el futuro y tendrá menos oportunidades de progreso y bienestar”, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
Ante esta situación, las cuatro organizaciones presentaron el documento Compromiso para recuperar y proteger el aprendizaje en América Latina y el Caribe. El cual se basa en cuatro pilares: “Colocar a la recuperación educativa en lo más alto de la agenda pública”, “reintegrar a todos los niños, niñas y adolescentes que han abandonado la escuela y asegurar que permanezcan en ella”, “recuperar los aprendizajes perdidos y asegurar el bienestar socioemocional” y “valorar, apoyar y formar a los docentes”.
Razón por la cual Jean Gough, directora regional de Unicef para América Latina y el Caribe, insistió en que todos los países deben convertir los compromisos en acciones y advirtió que «no se trata de unos pocos estudiantes sino de millones que corren el riesgo de quedaste atrás».
“Para hacer frente a la crisis, necesitamos desarrollar e implementar sistemas de recuperación del aprendizaje a gran escala. Podemos invertir ahora o dejar atrás a toda una generación. La elección es nuestra”, recalcó.
DCR
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