Más de mil millones de personas en el mundo se encuentran al borde de una crisis irreparable tras la escalada de violencia y guerra económica desatada entre oriente y occidente.
La perspectiva mundial sobre la alimentación y la nutrición de millones de personas en el mundo denotó un crecimiento desfavorable, incluso antes de la pandemia por Covid-19, que a raíz de múltiples factores socioeconómicos, medioambientales y biológicos, economías en pleno desarrollo y países en extrema pobreza vieron limitado su campo de acción para sobrellevar el hambre y la falta de alimentos para los más necesitados; y a medida que el conflicto militar en Ucrania empeora, la crisis alimentaria mundial se acelera.
En este contexto de inseguridad alimentaria, el Departamento de Tesoro de los Estados Unidos (EE.UU.) convocó a las instituciones de alcance internacional del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), así como a líderes mundiales que encabezan el G20 y el G7, a discutir las problemáticas alimentarias derivadas de la guerra en Ucrania, las cuales se reunirán durante la tarde del 19 de abril en Washington.
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A su vez, la secretaria del Tesoro de Norteamérica, Janet Yellen, exhortó a las instituciones financieras y líderes globales a centrar su atención en la «creciente amenaza» que atenta en contra de la seguridad alimentaria de millones de personas en el mundo como consecuencia del efecto de la guerra en Ucrania. «Quiero ser clara: las acciones de Rusia son responsables de esto» detalló.
Yellen señaló que la inflación se desató en todo el mundo a raíz de «la injusta guerra de Rusia contra Ucrania», la cual está provocando en múltiples naciones, un aumento en los precios de los alimentos, insostenible para las comunidades en pobreza extrema. Asimismo informó que antes de la avanza rusa por Ucrania, más del 10 por ciento de la población mundial vivía en un contexto de inseguridad alimentaria.
«Me uno a los líderes de FMI, Banco Mundial, G7, G20 y FIFA para discutir los problemas actuales de seguridad alimentaria mundial exacerbados por la injusta guerra de Rusia contra Ucrania, y lo que podemos hacer para enfrentar la creciente amenaza»
Janet Yellen, Secretaria del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
Del mismo modo, la secretaria exhortó a los países evitar confrontaciones económicas que propicien bloqueos y restricciones en las exportaciones e importaciones de alimentos, suavizando las posibles interrupciones en las cadenas de suministros de productos esenciales en todo el mundo. Agregó que las instancias financieras deben contribuir en el apoyo a las comunidades más vulnerables, garantizar la disponibilidad de alimentos y productos agricolas.
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Por otro lado, en México la dependencia alimentaria del país se agudizará como respuesta del alza del precio de los fertilizantes y por la falta de insumos por parte del Gobierno al sector agricultor, que de acuerdo a la Unión mexicana de fabricantes y formuladores de agroquímicos (UMFFAAC) y Protección de Cultivos, Ciencia y Tecnología (Proccyt) en enero de este año, la importación de maíz significó un aumento del 25 por ciento en comparación con el año pasado.
El presidente de la UMFFAAC, Luis Eduardo González Cepeda, alertó que el gobierno mexicano enfrenta lentamente la problemática derivada de la potencial limitación en el mercado global del fertilizante importado desde Rusia, del cual la producción mexicana depende en su 30 por ciento. «El Gobierno mexicano está enfrentando con lentitud el problema que vive el campo y que afecta a todo al país», detalló.
«Será irrelevante plantearse la meta de autosuficiencia alimentaria si no somos capaces de reducir la dependencia del exterior y seguimos vulnerables a externalidades como la de los efectos de la invasión de Rusia a Ucrania»
Cristian García de Paz, Director ejecutivo de Protección de Cultivos, Ciencia y Tecnología
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«Urge que el gobierno tome medidas para revertir la situación actual, por ejemplo, instruyendo a la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) a dejar de ser un cuello de botella con los más de 2,600 trámites que tiene bloqueados e impiden el acceso de productos fitosanitarios más modernos y eficaces y acelerar los pasos para reconstruir las plantas de producción de fertilizante»
Cristian García de Paz, Director ejecutivo de Proccyt.
De acuerdo a la Secretaría de Agricultura, la importación de productos agrícolas al país, el años pasado aumentó un 40 por ciento en relación al 2019, por lo que México gastó 26 mil 555 millones de dólares en productos de variedad agrícola provenientes de otros países.
JOVC
