55 8925 1325 [email protected]

IN ATL IN TÉPETL

Francisco Xavier Martínez Esponda

Francisco Xavier Martínez Esponda

Licenciado en Derecho por la Universidad Iberoamericana (2002-2006) con mención honorífica y Maestro en Ecología Tropical por parte del Centro de Investigaciones Tropicales (CITRO) de la Universidad Veracruzana (2014), con mención Honorífica. Ha colaborado como abogado en Litiga, Organización de Litigio Estratégico de Derechos Humanos A.C. (Litiga OLE) y en el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA) ha sido director regional de la oficina Golfo de México (2013-2016) y actualmente se desempeña como director operativo. Una de sus las líneas principales de trabajo son los derechos humanos de los pueblos indígenas y comunidades equiparables, el patrimonio biocultural y la construcción del Estado pluricultural en México.

Del fin de los megaproyectos o de las otras formas de sembrar presente

Con la primera luna llena de primavera termino de dar forma a una reflexión que vengo meditando desde hace tiempo, y es que gobiernos vienen, gobiernos van, y la pregunta persiste: ¿qué hacer para que las personas y comunidades vivamos dignamente y con bienestar?

En mi andar como integrante de una organización de la sociedad civil mexicana heacompañado procesos comunitarios y he participado en el análisis y cuestionamiento de varios megaproyectos[1]. Ambos paradigmas se legitiman reivindicando para sí la capacidad de hacer que las personas y comunidades vivan como he mencionado, sin embargo, en mi experiencia veo que los efectos de cada uno son distintos.

Destaco a manera de ejemplo algunos promovidos por el Gobierno Federal, como el Proyecto Hidroeléctrico La Parota, la Autopista Lerma-Tres Marías, el Proyecto de Ampliación del Puerto de Veracruz, el permiso de siembra comercial de soya transgénica, el Programa de Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro), la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el Tren Transístmico. ¿Qué tienen en común todos ellos? Primero, que se trata de obras o actividades que tienen la capacidad de transformar profundamente, en un sentido negativo, las comunidades y los territorios donde se insertan; segundo, todos ellos han sido justificados como necesarios para el desarrollo nacional, y por tanto, legitimados para destruir la organización de las formas de vida propias de cada territorio; y tercero, que han sido planeados y decididos por personas ajenas a las comunidades y a los territorios donde se alojan.

En mi experiencia estos proyectos, por más bienintencionados que sean, irrumpen en los territorios desplazando a autoridades y normas locales, privando a los pueblos y comunidades del control de sus recursos que tradicionalmente han manejado y sus proyectos de vida, erosionan identidades culturales, degradan el patrimonio natural, transforman las relaciones de poder al insertarse nuevos actores (v.gr. empresas, trabajadores e incluso la delincuencia organizada); amén de ello, los megaproyectos pueden implicar la criminalización y la estigmatización de las personas defensoras de derechos humanos. Tristemente, muchos de estos megaproyectos son en realidad grandes negocios para las personas y empresas que ejecutan las obras y/o actividades, que se llevan a cabo sin hacer visibles y ponderar los impactos sociales, culturales y ambientales que generan a las comunidades y territorios donde se asientan. ¿Acaso tiene sentido la apuesta por los hidrocarburos como medio energético cuando se tiene encima una crisis climática como la actual?, ¿quiénes ganan?, ¿quiénes pierden?

            En contraposición a los megaproyectos, los pueblos y comunidades ponen en marcha, a través del ejercicio de la autonomía, proyectos de vida que buscan lo que es importante para ellos, a partir del diálogo de saberes y aprovechando preferentemente los recursos locales disponibles. Ejemplos emblemáticos de esto abundan en el país, yo destaco el caso de las comunidades zapotecas en la Sierra de Juárez[2] y la Cooperativa Tosepan Titataniske en la Sierra Norte de Puebla.[3]

Participar en los procesos de lucha y resistencia de varios pueblos y comunidades me ha permitido atestiguar su asombrosa capacidad de creación y organización. En una ocasión, participando en una asamblea de defensa del territorio, se abordó el tema de una subestación que la CFE quería construir a fin de posibilitar la instalación de varias minihidroeléctricas sobre un río históricamente manejado por pueblos nahuas y totonacas con la justificación de proveerles de energía eléctrica. Después de una investigación realizada por los pueblos se concluyó que estas minihidroeléctricas generarían energía no para ellos sino para empresas privadas y alguna minera; otro hecho que sorprendió de la investigación fue que eran varias centrales separadas unas de otras por escasos metros y que la autoridad había permitido su evaluación ambiental de manera fragmentada, por lo que los impactos sobre el río y el bosque mesófilo eran inciertos. Así, aquellos pueblos concluyeron que el megaproyecto no era necesario y para para quitar la justificación al megaproyecto, decidieron caminar hacia la autonomía energética a través del uso de paneles solares en las casas y/o a través de la generación de energía eléctrica por medio de mini-generadores montados sobre sus sistemas tradicionales de abasto de agua, es decir, infraestructura existente y gestionada localmente.

            Retomando la pregunta inicial, me parece que la conclusión es evidente: el paradigma actual de los megaproyectos debe llegar a su fin, debe ser replanteado y esta nueva formulación la debemos construir a partir de la autonomía y del diálogo de saberes. Esta es la lección que los pueblos y comunidades nos regalan para hacer que nuestras comunidades vivan en paz, con dignidad y prosperidad. Otro México es posible.

P.D. Si alguien quisiera una reflexión más visual de este asunto, le recomiendo lea o vea el número de Asterix y Óbelix titulado “La residencia de los dioses”. La película está disponible en Youtube.

Colaboró María Isabel Noriega Armella.


[1] Por este concepto suele entenderse procesos de inversión de capital público y/o privado, nacional o internacional, para la creación o la mejora de la infraestructura física de una región determinada, la transformación a largo plazo de las actividades productivas con los correspondientes cambios en el uso de la tierra y los derechos de propiedad sobre la misma, así como la explotación en gran escala de los recursos naturales. Los megaproyectos abarcan principalmente a los sectores minero, turístico, energético, de hidrocarburos, agroindustrial y de construcción de infraestructura carretera, entre otros.

[2] Véase https://www.sierranorte.org.mx/#/

[3] Veáse https://www.tosepankali.com/v2/

Secciones

[et_pb_posts_agsdcm category_id=»10″ heading_style=»custom» posts_per_page=»2″ show_categories=»off» show_comments=»off» admin_label=»Capital» remove_drop_shadow=»on» _builder_version=»4.6.0″ _module_preset=»default» main_title_text_color=»#000000″ min_height=»650px» max_height=»650px» custom_margin=»-36px||||false|false» border_width_all=»0px» locked=»off»][/et_pb_posts_agsdcm]
[et_pb_posts_agsdcm category_id=»5″ heading_style=»custom» posts_per_page=»2″ show_categories=»off» show_comments=»off» admin_label=»Capital» remove_drop_shadow=»on» _builder_version=»4.6.0″ _module_preset=»default» min_height=»650px» max_height=»650px» custom_margin=»-36px||||false|false» border_width_all=»0px» locked=»off»][/et_pb_posts_agsdcm]
[et_pb_posts_agsdcm category_id=»6″ heading_style=»custom» posts_per_page=»2″ show_categories=»off» show_comments=»off» admin_label=»Nación» remove_drop_shadow=»on» _builder_version=»4.6.0″ _module_preset=»default» min_height=»650px» max_height=»650px» custom_margin=»-36px||||false|false» border_width_all=»0px» locked=»off»][/et_pb_posts_agsdcm]
[et_pb_posts_agsdcm category_id=»9″ heading_style=»custom» posts_per_page=»2″ show_categories=»off» show_comments=»off» hover_overlay_color=»#000000″ hover_overlay_icon_color=»#000000″ admin_label=»Mundo y Sociedad» post_format_icon_bg_color=»#000000″ remove_drop_shadow=»on» _builder_version=»4.6.0″ _module_preset=»default» header_text_color=»#000000″ subheader_text_color=»#000000″ main_title_text_color=»#000000″ min_height=»650px» max_height=»650px» custom_margin=»-36px||||false|false» border_width_all=»0px» locked=»off»][/et_pb_posts_agsdcm]

No Te Puedes Perder…

[et_pb_posts_agsdcm category_id=»54,60,102,104,123,124″ heading_style=»custom» show_comments=»off» hover_overlay_color=»#d84c1e» hover_overlay_icon_color=»#d84c1e» post_format_icon_bg_color=»#d84c1e» remove_drop_shadow=»on» _builder_version=»4.6.5″ _module_preset=»default» header_text_color=»#000000″ header_font_size=»27px» header_line_height=»1em» subheader_text_color=»#000000″ main_title_text_color=»#000000″ main_meta_text_color=»#000000″ main_body_text_color=»#000000″ list_title_text_color=»#000000″ list_meta_text_color=»#000000″ custom_margin=»||0px||false|false» custom_padding=»||0px||false|false» border_radii=»on||||» border_color_all=»#d84c1e» border_style_all=»none» locked=»off»][/et_pb_posts_agsdcm]
[et_pb_ads_agsdcm _builder_version=»4.5.6″ _module_preset=»default»][/et_pb_ads_agsdcm]