La artista Alejandra Guzmán honró su trayectoria con un concierto donde sus grandes éxitos se escucharon por toda la Arena CDMX
La noche del pasado jueves 26 de octubre, en la Arena Ciudad de México los vendedores ambulantes ya estaban esperando a que los fanáticos de la cantante Alejandra Guzmán llegaran para poderles ofrecer algunas playeras, gorras e inclusive algunas coronas con luces en honor a lo que se convertiría en la primera canción de la velada que lleva por nombre «Reynísima».
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Pronto, la Avenida de las Granjas se llenó de personas que estaban ansiosas de poder escuchar en vivo a su artista favorita, por lo que las sonrisas de oreja a oreja lucían entre la multitud sin ningún disimulo de los asistentes. Dentro del lugar, se escucharon varios gritos que pedían con gran anhelo la salida de la intérprete, por lo cual los «Te amo, Alejandra» y «Ya sal, Ale, te amamos» se hicieron cada vez más fuertes.
Aunque el público llegó antes de las 9:00 pm que era la hora establecida para poder ingresar al recinto, el concierto no dio inició sino hasta media hora más tarde. Entre la oscuridad y los aclamados aplausos, el escenario se iluminó para así darle visibilidad a los bailarines quienes portaban en sus manos algunas banderas que tenían en su estampado la letra «A» y se abrieron paso para mostrar a la también actriz sentada en lo que parecía ser un trono de rey.
Con un corset de color dorado, botas negras y toda la actitud, Guzmán empezó a cantar a todo pulmón la primera melodía en compañía de «Reina de Corazones», «Luz de luna» y «Mala Hierba», haciendo que todas las secciones de la Arena dejarán sus butacas atrás para poder entonar con ella cada uno de sus versos. Durante estos sencillos, la famosa con gozo se dio un momento para poder agradecerle su público y a su madre Silvia Pinal por estarla acompañando en esa presentación.
«Gracias por estar aquí conmigo esta noche tan especial, está mi madre que es quien me dio la vida y es de las personas que más quiero en este mundo, o sea que, vamos a disfrutar esta noche de luna llena»
Alejandra Guzmán
Luego de haber finalizado con estas palabras y las respectivas interpretaciones, rápidamente se cambió de vestuario para mostrar unas botas largas, un body, un camisón y un sombrero de color negro. Con este estilo, las canciones «La ciudad ardió», «Toda la mitad», «Un grito en la noche», «Guante de seda» y «Loca», se entonaron en conjunto de coreografías donde lo sensual y lo atrevido destacaron en cada movimiento que hicieron Alejandra y los bailarines.
Pese a que la vibra del establecimiento estaba repleta de euforia y éxtasis por parte de las personas y de la propia cantante, el ambiente se nivelo con uno de sus éxitos de amor que marcó a muchas generaciones desde los años 90’s, siendo «Llama por favor» la canción predilecta para enaltecer la nostalgia y sacar una que otra lágrima entre los presentes.
Teniendo un conjunto completo de color negro y rombos blancos, Guzmán se sentó en una silla roja sin respaldo donde levanto los brazos hacia el cielo y cantó con todas sus fuerzas los versos de esta melodía, la cual provocó que se hiciera al unísono un coro que retumbó cada parte minúscula del lugar.
Por si las emociones ya no estuvieran revoloteando de un lado al otro, con su siguiente sencillo «Míralo, míralo» los aplausos y sonrisas salieron a la luz, no solo por el hecho de ser otro de sus más conocidos lanzamientos, ya que una plataforma que llevaba un corazón hecho de globos robos se hizo presente y elevó a la artista de poco en poco. Asimismo, «Ruge el corazón» exaltó el ritmo del rock que había estado sonando en la mayoría de sus interpretaciones.
Gracias a que este show se centró en celebrar sus 35 años de trayectoria, Alejandra siguió agradeciendo el apoyo del público y debido a esto le dio la bienvenida al escenario a la agrupación Rio Roma con quien cantó «Día de suerte», lo que ocasionó que más de uno prendiera la luz de su celular para estar acorde a la atmósfera romántica que derrochaba la melodía.
«Me he encontrado a muchos amigos, muchos compañeros, a muchos hermanos y hoy tengo el gusto de tener a dos grandes hermanos divinos. Con ellos he compuesto y esta noche vamos a cantar juntos y espero que canten con nosotros y prendan su celular y llenemos de luz este lugar, mandémosle toda la luz a esa gente que lo necesitan», externó Guzmán.
Después de hacer esta breve colaboración, los sencillos «Cuidado con el corazón», «Ángeles caídos», «Verano peligroso», «Güera», «Te esperaba» y «Volverte a amar», hicieron que la constante montaña rusa de emociones continuara su curso con mucha velocidad y así ver más de cerca el final de todo este recorrido.
No obstante, antes de que se terminará este concierto, «La plaga», «Popotitos» y «No seas cruel» causaron en los asistentes la necesidad de levantarse a bailar para seguirle el ritmo a los bailarines al mero estilo del rock and roll. Aunque hubo algunas fallas técnicas con un micrófono y la escenografía que consistía de una motocicleta, el show continuó con normalidad.
Pese a que los ánimos daban para toda una noche de risas, lágrimas y nostalgia, este show debía de acabar, por lo cual las canciones que dieron un cierro digno por toda su vasta trayectoria en la industria musical fueron «Hacer el amor con otro» y «Eternamente bella», consideradas como las canciones más reconocidas de su repertorio.
«Gracias por tu aplauso, gracias por tu interminable pasión por la música… Eso es lo que me tiene loca, el volver a cantar y el poder quedarme todos estos aplausos en mi corazón. Gracias porque siempre haz sido parte de esto»
Alejandra Guzmán
VC
