El músico estadounidense se impuso en el Pepsi Center, demostrando que el rock sigue más vivo que nunca
El rockero Jack White volvió a la Ciudad de México para reconfirmar que el rock no ha muerto, y deleitar a sus fans con sus más grandes éxitos, la espera valió la pena, pues fueron ocho largos años que tuvieron que pasar desde su última presentación; una gira marcada por el trágico fallecimiento de su tecladista. Pero este tiempo pasó desapercibido en cuanto el concierto comenzó y se vivió uno de los mejores shows en el Pepsi Center en cuanto al género del rock se refiere.
Antes de la entrada de Jack, el grupo Cat Power, fungieron como teloneros del artista, en donde presentaron su nuevo álbum Covers.
Posteriormente, White salió aproximadamente a las nueve y media de la noche ante más de 7,000 seguidores. Vestido completamente de blanco y con un escenario en el cual solo se podían apreciar los tres colores de su proyecto: Azul, Negro y Blanco, Jack no tuvo piedad y empezó a esbozar riffs de guitarra potentes, complejos y pegajosos desde el primer momento.
Un setlist que abarcó su trayectoria
El músico pudo ahondar en muchas de las piezas musicales icónicas a lo largo de su carrera, repleto de piezas clásicas fuente de sus otros proyectos, como The Dead Weather con ‘I Cut Life a Buffalo’, The Raconteours con la súper coreada ‘Steady As She Goes’ y, sobre todo, The White Stripes, cuyo catálogo aportó más de la mitad del setlist de la noche.
Al rock se le escucharon toques de blues y de gospel, mientras White cambiaba de guitarra a cada instante. Un maestro de los solos, de presencia escénica, lo mismo logra con un balada maldita como ‘Love is Selfish’ que con el gran bloque del dúo que le dio fama con Hotel Yorba, Cannon y ‘I Think I Smell A Rat’.
La sorpresa fue escuchar una de las canciones más bellas en la discografía de The White Stripes, “We’re Going to Be Friends”, con dedicatoria especial a su acompañante de escena, Cat Power.
Los temas acústicos de la carrera de Jack, sobresalientes gracias a su intimidad y a su reflexión cálida con respecto a temas como la infancia y el amor, también fueron uno de los puntos más fuertes del concierto.
Para cerrar la noche, ‘Fell In Love With A girl’ y ‘Seven Nation Army’ aparecieron sobre el escenario para desdeñar lo que quedaba de voz en la garganta de los asistentes. Una velada que queda marcada en muchos como una de las mejores, y uno de los regresos más esperados. Reafirmando que el chico de cabello azul, es uno de los artistas más valorados en nuestro país.
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