En febrero ya tenían las puertas abiertas. Planeaban su cartelera para todo marzo, pero tuvieron que cerrar. Siete meses después se permiten regresarnos la noche, la opción de cenar y beber algo mientras el tiempo parece retroceder, no sólo a antes de la pandemia, sino a hace décadas.
Las luces tenues, cortinas de terciopelo rojo, jazz, algo de ragtime. La gente susurra. Todos esperan. Berlín, ¿1942? No, ¿1953? Parece que va a entrar por la pequeña puerta María Antonieta Pons. Pero la música dice otra cosa. Suena a Kurt Weill. Es cabaret, el más puro y hermoso cabaret hecho ahora.
Es lo que el espectador vive desde este fin de semana en el renovado y reabierto Hey Hey Club, viejo conocido nuestro porque su pasado es El Imperial. Atto Attie, sí, el de los Majestics, es quien, cual Emcee, nos da la bienvenida a este viaje por lo mejor del cabaret alemán, parisino, neoyorkino, pero bien mexicano.
Atto platica con El Capitalino y nos cuenta que «siempre he tenido pasión por el cabaret de los 30, 40 y 50´s, de México y el mundo. Con el Hey Hey la premisa es revivir esas noches, beber, cenar y ver un buen espectáculo en el mejor sentido artístico. Es traer ese burlesque original».
Músico, escritor y productor, Atto y su equipo trabajan con la finalidad «de desmitificar el burlesque. No es vulgar, sexual ni político, creo que mucha gente se quedó con la idea de esa palabra que se usó en los 70´s. Lo que queremos es ofrecer un buen ambiente, que la gente se sienta a gusto, que la pase bien.
«Pero también tratar bien al artista, que trabaje en condiciones dignas. Queremos que los compañeros tengan trabajo, los actores, artistas de todo tipo, ya queremos subirnos a un escenario, pero con seguridad. Por eso lo planeamos bien y trabajamos con todos los cuidados del mundo, no sólo los establecidos por las autoridades, también con nuestras exageraciones, que a fin de cuentas no lo son».
La experiencia en los escenarios y en las artes hacen de Atto la mejor apuesta para un lugar de este tipo. No sólo se trata de su pasión artística, sino de su experiencia como empresario y que sabe qué es lo que se necesita tanto para el público como para los artistas. «Queremos que la gente tenga espectáculos de buena calidad, por eso hemos invertido también en cámaras, switcher y demás, ya que nuestros eventos son híbridos».
El Hey Hey tiene un aforo para 150 personas, pero dadas las condiciones sólo se permite el acceso a 40. Pero nadie se va a quedar sin ver los espectáculos, ya que al comprar el boleto se tiene la opción de que sea presencial o en streaming.
Además de espectáculos musicales, teatrales o de varieté, «en la segunda planta tenemos los sábados el Teatro Gourmet, en el que una de las parejas de alguna de las mesas representa una obra. Otro de los espectáculo es La Ópera de los 3 Varos, en el que hay clarinete, acordeón y piano».
Tanto la cartelera como el menú pueden consultarse en las redes sociales heyheyclubmx y planear una velada irrepetible, porque cada noche es diferente. La cita es en Álvaro Obregón 293, Roma Norte.
