A cuarenta y cinco años de haber creado una saga legendaria como ‘Mad Max’ (1979), de la cual ha habido cuatro entregas, George Miller vuelve a demostrar su oficio en la acción, comprobando que aún hay gasolina para la franquicia, así lo corrobora con ‘Furiosa: De la saga Mad Max’.
Dividida en cinco capítulos, el mundo post apocalíptico, en donde hay sed y carencia de elementos vitales, es el telón donde se desarrolla todo. Furiosa, en su etapa infantil y perteneciente a un ecosistema abundante, es secuestrada por un puñado de motociclistas, liderada por el señor de la guerra, Dementus, este hecho y una pérdida irreparable marcan el destino de esta criatura. Los años transcurren y Furiosa, con su status de prisionera, se topan con la Ciudadela presidida por El Inmortal Joe. Ambos tiranos luchan por el dominio, Furiosa queda en medio y debe sobrevivir a muchas pruebas mientras reúne los medios para encontrar el camino de vuelta a casa.
Con un discurso de escasez, tiranía y esclavitud, así como las guerras por poder y recursos vitales, las cuales siguen siendo vigentes y actuales, es el eje por el que se cierne esta precuela, en la que llegan a haber ciertas reminiscencias a los western de Sam Peckinpah, cuando aparecen las moscas y la carne putrefacta; a esto se suma un diseño de producción y una edición que te llevan al filo de la butaca; un pero que se percibe es el abuso de CGI en algunas secuencias, restándole un poco de impacto a la adrenalina, pues son muy notorias.
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En cuanto a la presencia de Anna Taylor-Joy, quien aparece en el tercer capítulo, la argentina es capaz de transmitir un manojo de emociones usando sólo su mirada, pues sus diálogos son escuetos, pareciera que ella y Charlize Theron se mimetizaron con el personaje, siendo ésta su versión más joven; la actriz se sigue consolidando como una carta fuerte a la que hay que seguir apostándole.
En cuanto a Chris Hemsworth, en la piel de Dementus, y con un prostético en la nariz, teje a un villano con cierta humanidad, como lo connota su oso de peluche, pero también con una maldad y crueldad llevadas al paroxismo, teniendo una buena contra parte en la trama.
Los motores vuelven a rugir, el desierto vuelve a atestiguar acción y venganza trepidantes, Anna Taylor-Joy brilla como la heroína y hace suyo este papel, Chris Hemsworth se luce como villano y George Miller se consagra como un visionario del western post apocalíptico de acción. ¡Adrenalina pura!
