En total se invirtieron 22.4 millones de pesos, llevándolo a cabo en coordinación del Instituto de Ingeniería de la UNAM y del INBAL.
El Gobierno capitalino informó a través de la Secretaría de Obras y Servicios (SOBSE), que la restauración de la Columna del Ángel de la Independencia tuvo finalidad en su restauración después de haber resultado dañada tras los sismos que se presentaron en el mes de septiembre de 2017, permaneciendo cerca de 18 meses en rehabilitación.
El secretario de Obras y Servicios, Jesús Antonio Esteva Medina, señaló que la restauración estuvo coordinada con el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), en el cual se invirtieron 22.4 millones de pesos, de los cuales 14.4 millones de pesos se destinaron a los trabajaos de la parte estructural, mientras que el resto fue de 8 millones y fueron usados para la rehabilitación, limpieza e iluminación arquitectónica.
“Trabajaron más de 100 personas, 100 trabajadores, durante, pues todo el tiempo de la pandemia, aquí se estuvo laborando. Y también, aquí reconocer y agradecer toda la coordinación de los trabajos de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, en su momento, José Alfonso Suárez del Real comenzó con los trabajos, después continuó Vannesa Bohórquez López; también el apoyo de la Secretaría de Cultura Federal, a través del INBAL; y, bueno, pues de la Secretaría de Obras, que aquí estuvo, y, también la alcaldía que estuvo colaborando, ellos son responsables de la administración del monumento y, pues siempre tuvimos la coordinación con todas las partes”, añadió.
El titular de SOBSE, estuvo acompañado del director general de Construcción de Obras Públicas, Juan Carlos Fuentes Orrala, quien explicó que en una primera etapa de intervención se realizó un diagnóstico que detectó grietas en e recubrimiento de piedra, desajustes en los sillares y piezas de cantera, así como fisuras y deformaciones en el cilindro de acero que se colocó en el año 1958 a raíz del sismo que se generó en 1957 en el interior de la Columna del Ángel de la Independencia.
También detalló la instalación de un andamiaje de 42 metros de altura alrededor del monumento y un anillo de soporte para fijar la columna a partir de tensores. Por consiguiente, se colocaron 16 tanques de almacenamiento con capacidad de 20 mil litros cada uno, de los cuales desprendían 32 cables de tres cuartos de pulgada, mismos que fueron tensados gradualmente por pares.
Además, 78 placas que componen la columna, 20 estaban dañadas, por lo que fueron sustituidas por placas de acero A-36 en los puntos del primer cinturón a 16.64 metros y en el cuarto cinturón a solo 19.28 metros.
Medina explicó que se colocaron 100 puntos de control, el cual abraca 51 dianas reflectantes y 49 pernos de bronce, a la altura del obelisco y en cantera para monitorear los movimientos o posibles deformaciones en la Columna de la Independencia y las cuales se seguirán monitoreando.
Expuso que, con el reforzamiento realizado a la Columna del ángel de la Independencia, tiene capacidad para resistir el nivel de fuerzas sísmicas que contempla el Reglamento de Construcciones de 2017.
“Se hicieron estudios metalográficos para ver si los aceros actuales se podían soldar y se podían conectar con los aceros con los que fue construido; y, es a partir de estudios metalográficos que vemos que sí las podemos conectar, que sí las podemos soldar y se sustituyen 47 barras de tres cuartos de diámetro y, bueno, con longitudes de 1.80 metros de longitud”, dijo.
Explicó que, como parte del procedimiento constructivo, se utilizó cantera traída de un lugar llamado “Púlpito del Diablo2 en el Estado de México, con la que se construyó la Columna del Ángel de la Independencia, y fue utilizada para reconstruir 15 sillares, colocar 12 piezas nuevas y siete injertos.
“Una vez que terminamos de hacer todos estos trabajos, comenzamos a quitar los tensores, a quitar el lastre y, ahora sí viene la parte de restauración, que es un trabajo especializado; aquí contamos con el apoyo y el profesionalismo del INBAL, cerca de 40 restauradores del CENCROPAM estuvieron trabajando a lo largo del fuste de la columna”, agregó.
Por último, indicó que los trabajadores de restauración y limpieza consistieron en pulir pisos, nivelar cerca de 80 escalones y rehabilitar 48 lámparas del alumbrado artístico de la Columna de dicho monumento, aunando a que se eliminaran depósitos de suciedad en la superficie del fuste de la columna con removedor de grafiti y agua.
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B.D.V.S
