El turismo experiencial nace como una solución al turismo masificado que se ofrecía antes de la pandemia, tenemos unos ejemplos como son: los viajes de cruceros, los tours masificados a destinos como Barcelona, que al transformarse en una ciudad turística obligaron a sus pobladores a emigrar a otras ciudades más tranquilas.
Ahora que las restricciones en todo el mundo se vuelven a imponer por la segunda ola de contagio, queda claro que los modelos de viajes anteriormente citados quedarán obsoletos a menos que se transformen en tours y cruceros con menos pasajeros para vivir una experiencia más placentera.
El turismo experiencial toma una importancia única para ofrecer a todos esos viajeros que temen visitar destinos en los que se puedan contagiar, una opción para viajar seguros ya que las experiencias son al aire libre y no masificadas.
La percepción de la seguridad, las emociones y sentimientos que el destino ofrece al viajero después de un confinamiento de ocho meses será clave para lograr convencerlo de salir de sus casas y desplazarse a estos lugares.
¿Cuál es el perfil del nuevo viajero experiencial?
Este viajero escoge su destino que cumpla con sus nuevas expectativas e ideologías sobre el medio ambiente, la calidad del servicio, el compromiso social y se sirve de las nuevas tecnologías para ello.
A causa de la pandemia, los cambios sociales, el home office, el surgimiento de nuevos destinos, la baja del costo de los boletos aéreos y de hoteles, así como la aparición de las nuevas plataformas en internet, ha provocado que el turista experimente en muy poco tiempo, un gran cambio en sus necesidades, expectativas y comportamientos.
«La gente no ha cambiado porque todavía quieren ir a otros lugares, pero van a ser necesariamente mucho más cautelosos sobre lo que hacen», dijo Adam Blake, profesor de economía y jefe de investigación en el Departamento de Turismo y hospitalidad en la Universidad de Bournemouth en el Reino Unido.
«Y no solo van a necesitar ser persuadidos de que es seguro viajar, sino que necesitarán ver los cambios físicos reales hechos para que los viajes sean más seguros».
Dentro del concepto de Destinos Experienciales, se han ido filtrando en las inquietudes de los viajeros el “Glamping”. Esta tendencia viene creciendo desde hace años y ahora se consolida con el advenimiento de la pandemia, ya que cumple con los nuevos gustos del viajero de la Nueva Normalidad.
Este concepto fusiona con la naturaleza (Ecoturismo) el confort y lujo (Emocional) con la experiencia de conocer de primera mano la cultura, tradiciones y gastronomía de sus pobladores (Social). Ya no se conforma con ir a la playa y solo admirar el paisaje. Ahora quiere “Vivir la experiencia” más activamente.
Estos destinos se encuentran alejados de las principales ciudades, pero con todas las comodidades posibles de un hotel Boutique. Se encuentran de diferentes formas y materiales.
Tenemos nuevas alternativas para viajar sin impactar con nuestra huella de carbono el lugar y vivir una experiencia enriquecedora, no solo a nuestro espíritu sino también nos da conocimiento y entendimiento del mundo que vivimos para ser más coherente con nuestro entorno y aportar a su conservación sin perder nuestra forma tradicional de viajar.
Covid 19 nos está dando muchas lecciones y saldremos de esto como una Ave Fénix. Reinventados.