¿Qué viene para el mundo y para las organizaciones empresariales en los siguientes años? Nada que no estemos viviendo ya hoy, solo que, de manera más acelerada, de acuerdo con diversos estudios en tendencias y escenarios futuros. 

Se trata de aspectos que, si hacemos un poco de memoria, ya venían sucediendo antes de Covid-19 incluso en Latinoamérica, pero en algunos casos de manera muy incipiente, y vale la pena que gobiernos, empresarios y líderes de la región tomen en cuenta al momento de generar planes para el futuro.

Un primer aspecto a tener en cuenta es que estaremos aún más inmersos en un proceso de globalización acelerado, como nos lo ha dejado ver la pandemia Covid-19, con información que corre de un extremo al otro del mundo en cuestión de segundos y la propia producción y distribución de vacunas, por ejemplo. El Foro Económico Mundial le llama la era de la “Globalización 4.0”.

Esto, entre otras cosas, implicará la transformación de los negocios hacia lo digital, con tecnologías como la analítica, la movilidad, las soluciones en la nube y el Internet de las Cosas (IoT). Se tratan de aspectos que claramente, y como se ha dicho antes en este espacio, van más allá de contar con un sitio de e-commerce o administrar las redes sociales.

De la mano de esta tendencia va la automatización de las empresas. Todo indica que la robótica avanzada será uno de los temas que más esté en la mesa de las empresas, sobre todo de manufactura, aunque no únicamente. ¿Son buenos momentos para invertir en tecnología tan costosa? Es evidente que el flujo de dinero se ha achicado en muchas industrias, pero también que esto puede tener importantes ahorros en el largo plazo.

El Capgemini Research Institute predice que la adopción a gran escala de la automatización podría resultar en ahorros de costos de hasta 471,000 millones de dólares hacia el año 2022 en los sectores automotriz, venta minorista, servicios públicos y manufactura.

Pero no todos son “fierros” y tecnología. Otra tendencia que tomará es el de sustentabilidad. Y no, no esa que durante años sirvió a las empresas para lavar un poco su imagen frente a sus audiencias, sino una de compromiso real, en la que el tema del activismo empresarial pase a formar parte del negocio y tenga KPI’s medibles.

Temas relevantes: emisiones de gases de efecto invernadero, preservación de la biodiversidad y recursos naturales y diseño de productos para minimizar o reciclar desechos. Por supuesto, el tema de la salud y el bienestar en las personas estará en el centro de los proyectos de negocios.

La lógica actual de turbulencia lleva a que las organizaciones trabajen más en su resiliencia operativa y empresarial, y esto implicará acercarse más a los expertos en organizaciones flexibles y desarrollo de equipos de alto rendimiento. Un nuevo liderazgo podría surgir de todo esto y no solo eso, es necesario.

Existen otras tendencias como una nueva migración y el surgimiento de nuevas industrias que podrían tomar fuerza en el mediano y largo plazos, pero lo cierto es que estas que mencioné antes son algunas de las que en Latinoamérica ya vamos tarde para subirnos a la ola.