Considerada como una de las obras más importantes del Siglo XIX, Los Miserables fue escrita en 1862 y contextualizada en hechos históricos de Francia entre 1815 y 1832, donde su autor Víctor Hugo ubica la tragedia de Jean Valjean o Vlajean.
Luego de describir la historia del obispo Carlos Myriel, un anciano de 75 años, en 1815 fue el único que dio asilo a Jean, ya que por robar un pan para alimentar a sus siete sobrinos y su hermana viuda, pasó 19 años en la cárcel, pero al obtener su libertad quedó sellado con un pasaporte amarillo de exconvicto. Pese a ello, Jean robó a monseñor, pero éste lo perdona y le hace prometer que será un hombre de bien.
Con historias cruzadas, Fantina, madre de Cosette, perdió su empleo como obrera en París y decidió regresar a su pueblo, pero no podía llevar a su pequeña y la dejó a cargo de la familia Thenardier, en una taberna, a cuyos dueños abusivos pagó por adelantado seis meses para el cuidado de la pequeña de tan sólo tres años de edad. En 1818, Fantina cayó en la miseria hasta prostituirse.
Como forastero en una comarca, Jean cambió de identidad y emprendió la sustitución de fabricar la goma laca por la resina, con lo que en menos de tres años prosperó y se convirtió en benefactor.
Ahora, el señor Magdalena dio trabajo a Fantina en su fábrica, donde nadie sabía de Cosette, pero fue descubierta por la señora Victurnien, luego de viajar a Montfermiel y hablar con los Thenardier, quienes le mandaron la cuenta de todo lo que les debía.
Después de diversas penurias, Fantina cae enferma y el señor Magdalena la ayuda, porque conocía los pormenores de su historia. Por eso, mandó dinero a los Thenardier para saldar la deuda y pidió que enviaran a la niña. Pero eso nunca ocurrió y la mujer murió sin ver a su hija. Ya como alcalde de la comarca el señor M fue descubierto por el rígido inspector Javert.
Luego de huir, Jean es nuevamente capturado y condenado a cadena perpetua en un puerto militar, donde finge su muerte al caer intencionalmente al mar.
Así, regresa clandestinamente a rescatar a Cosette, esclava de los Thenardier, porque le hizo la promesa a Fantina, y decide adoptar a la pequeña como su hija. En su andar por los barrios parisinos más pobres, finalmente son adoptados en un convento. Pero la suspicacia de Javert lo hace desconfiar de su muerte y lo busca incansablemente, lo que es sabido por Jean, quien decide dejar al cuidado del convento a Cosette.
En una revuelta, en junio de 1832, Jean rescata a Marius quien resultó gravemente herido. Este joven estaba enamorado de Cosette, pero su abuelo no le permitía tener relación con ella. También Valjean le perdona la vida a Javert.
Parece que al final la vida le compensó al protagonista todo su padecer, tras cumplir la promesa hecha al obispo Myriel, su redentor.
Esta novela expone los valores de perdón y caridad, y la desigualdad social de la Francia monárquica, con el desafío de una realidad que es vigente en el mundo del Siglo XXI.
