Esta novela escrita por José Agustín en 2006, es la segunda parte de la trilogía iniciada con Vida con mi viuda, en la que Carmen deja plantado a Dionisio el día que iban a casarse.

Armablanca es un restaurante ubicado en la colonia Juárez, en Paseo de la Reforma y Florencia, propiedad de Dionisio, donde se refugió para superar la frustración, gracias a su talento en la cocina mexicana que aprendió desde pequeño observando a su madre. Y en el primer piso, arriba del negocio,estableció su departamento.

La trama se ubica en pleno movimiento estudiantil de 1968, cuando reaparece Carmen, después de seis años, para pedirle que ocultara a su esposo, un reconocido escritor con ideas comunistas, y que era perseguido por las autoridades.

El restaurante servía además como centro de reunión a su mejor amigo, Eugenio El Trancas, recién nombrado secretario particular del procurador general de justicia, y quien le ayudaba a mantener en regla el negocio con permisos, licencias y otros trámites, porque también era copropietario.

Desde temprano empezaba el ajetreo de los trabajadores preparando las dotaciones que Dionisio usaría en el menú del día, luciendo su pasión por el arte culinario. Además, era un excelente pianista.

Armablanca fue testigo de marchas y enfrentamientos entre granaderos y estudiantes. También albergó a políticos y gente de la farándula.

Debido a su trabajo en la PGR, El Trancas pudo averiguar la situación de Carmen, quien después de vivir en Berkeley, EU, donde estudiaba un doctorado, conoció a José Cordero. A pesar de la diferencia de edades, ella 27 y él 53, se casaron en Nevada, y a principios de 1968 se trasladaron a México.

Eugenio advirtió a Dionisio que, si ella lo buscaba, no se involucrara porque lo tenían vigilado debido a su antecedente amoroso. Además, durante su relación, Carmen nunca le habló que pertenecía al Ejército de la Revolución Bolchevique.

Entre el bullicio de una manifestación, ella le hizo llegar a Dionisio una carta en la que suplicaba su ayuda para “esconder a Pepe” y le pidió que se reunieran. Y, a pesar que su encuentro fue discreto burlando la vigilancia, subiendo, bajando y brincando entre los edificios aledaños al restaurante, El Trancas desconfió de su amigo.

De la misma manera en que Dionisio pudo ir a la cita con Carmen, sin ser visto, ella y su marido llegaron al departamento de Armablanca, para convencerlo de que le diera refugio en tanto arreglaban sus papeles para llevarlo a Cuba.

Dionisio decidió instalarlo en el cuarto de azotea, hasta que finalmente José Cordero salió para participar en una marcha y posteriormente en el mitin que se llevó a cabo en el Zócalo capitalino, donde fue detenido.

El desenlace dramático de esta novela, lleva a reflexionar sobre diversos temas culturales, históricos y sociales, que en esta obra son contados con neutralidad sin dejar de lado el humor, la tragedia y el amor, ingrediente básico muy al estilo de José Agustín.