Las malas prácticas tanto en la Fiscalía General de la República (FGR) como en las fiscalías locales siguen siendo un problema, así lo indicó el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas.
De acuerdo con el funcionario, tanto en la dependencia judicial federal como en las locales prevalecen las formas de trabajo del pasado, así como la impunidad, pues aunque se les concedió autonomía, el ambiente previo a la actual administración sigue imperando.
«Una autonomía mal entendida, está autarquía con la que se han asumido la mayor parte de las fiscalías en el país, no solamente no está ayudando a resolver el problema, sino que está reproduciendo las mismas prácticas del sistema anterior”.
Alejandro Encinas, subsecretario de Gobernación.
Con motivo de la presentación de la Tercera Edición de la publicación “La desaparición forzada en México” de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Alejandro Encinas indicó que el actual administración ha creado mecanismos para resolver las carencias en el sistema de justicia, así como sus fallas.
«Nos la hemos pasado construyendo mecanismos extraordinarios para dar respuestas a las áreas en donde las instituciones del Estado no han sido capaces de resolver o de cumplir con sus tareas”, señaló.
Y es que en lo que se refiere a la desaparición de personas, México tiene un largo camino por recorrer y es uno de los problemas más grandes que tiene actualmente en materia de derechos humanos.
En relación con este tema, Encinas señaló que nuestro país cuenta con la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) y un Sistema Nacional de Búsqueda (SNB), además de las Comisiones Locales, sin embargo, el subsecretario señaló que éstas realizan las funciones que corresponden a las fiscalías estatales y para este punto concreto, indicó que están las fiscalías especiales en desaparición de personas
Empero, comentó que las fiscalías argumentan que no existe el derecho a ser buscado, pues éste se puede ejercer estando presente la persona. Asimismo, argumentan que no tienen capacidades o recursos, por lo que turnan las labores a las Comisiones locales o a la CNB.
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En ese sentido, Encinas se inclina por analizar el sistema de procuración de justicia, además de crear un sistema de control para las fiscalías, a la par que explicó que se le concedió autonomía a las fiscalías para que no se convirtieran en un instrumento de acción política, pero dicha acción ha resultado en que las dependencias han adquirido un poder transexenal, por lo que se han convertido en contrapeso de los poderes ejecutivos locales y federal.
AM
