La desapariciones forzada de tres defensores de derechos humanos en Michoacán, Morelos y Jalisco fueron condenadas por la ONU-DH
La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) expresó su enérgica condena por el asesinato de los defensores de derechos humanos Eustacio Alcalá Díaz y Gustavo Robles Taboada, y la desaparición de la defensora Esthela Guadalupe Estrada Ávila en los estados de Michoacán, Morelos y Jalisco.
Según Jesús Peña Palacios, Representante Adjunto de la ONU-DH en México, estos hechos son una clara violación a los derechos humanos y destacó que defenderlos no debe afectar los derechos a la vida y la libertad. A pesar de operar en contextos peligrosos, estos defensores siguieron apostando por el poder transformador de los derechos humanos.
Gustavo Robles Taboada era un activista LGBT y promovió diversas iniciativas en el estado de Morelos, incluyendo la defensa de los derechos de las parejas del mismo sexo que exigían la libertad de unirse en matrimonio. Por su parte, Eustacio Alcalá Díaz defendía los derechos de su comunidad nahua en Michoacán y del medio ambiente. Gracias a su liderazgo, la comunidad logró obtener la suspensión de diversos títulos de concesión minera entregados sin respetar el derecho de su comunidad a dar su consentimiento libre, previo e informado.
Por otro lado, Esthela Guadalupe Estrada Ávila, integrante del Colectivo de familiares de personas desaparecidas «Luz de Esperanza» en Jalisco, fue desaparecida la noche del 29 de marzo en el municipio de Tlajomulco de Zuñiga, pese a contar con medidas de protección.
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Ante estos hechos, la ONU-DH hizo un llamado a las autoridades para que realicen una investigación pronta e imparcial, que agote todas las líneas de investigación, incluyendo la labor de defensa de los derechos humanos, y que abarque a todas las personas presuntamente responsables, tanto materiales como intelectuales.
También destacó la importancia de llevar a cabo actividades de búsqueda eficaces y oportunas, con la necesaria coordinación entre los sistemas de búsqueda y de procuración de justicia, que permitan esclarecer su paradero a la mayor brevedad posible.
En resumen, la ONU-DH reitera su compromiso de seguir trabajando para garantizar que las personas defensoras de derechos humanos puedan realizar su labor en un ambiente seguro y propicio, y que se respeten y protejan sus derechos fundamentales.
