La CNDH envió una recomendación a Luis Crescencio Sandoval, titular de la Sedena, por violaciones a los derechos humanos, uso excesivo de la fuerza y uso ilegítimo de armas de fuego contra siete jóvenes en Nuevo Laredo
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) publicó la recomendación 95VG/2023 dirigida al titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Crescencio Sandoval, por el asesinato por parte del Ejército de cinco jóvenes en Nuevo Laredo, Tamaulipas, en la cual determinó «violaciones a derechos humanos con motivo del uso excesivo de la fuerza y el uso ilegítimo de las armas de fuego» por parte de militares.
Asimismo, en la recomendación la CNDH reveló que cuatro integrantes de la Sedena dispararon 117 veces contra siete jóvenes que iban a bordo de una camioneta, de los cuales cinco murieron, uno más resultó herido y un séptimo ileso, en los hechos del pasado 26 de febrero.
De acuerdo con el documento, los jóvenes circulaban por calles de la colonia Cavazos Lerma, en Nuevo Laredo, cuando, entre las 04:30 y 4:50 de la madrugada, luego de haber estado en un centro nocturno, sin amenaza previa y sin emitir comandos de voz, uno de los elementos del Ejército accionó su arma de alto calibre a la parte trasera del vehículo, acción replicada por tres militares más.
Pese a que los elementos de las Fuerzas Armadas aseguraron haber recibido respuestas armadas de la camioneta en donde viajaban los siete jóvenes, la CNDH determinó que los vehículos castrenses no presentaron impactos, ni hubo uniformados heridos, además de no hallar indicios de que los jóvenes portaban armas.
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En ese sentido, la Comisión Nacional de Derechos Humanos solicitó al titular de la Sedena colaborar con la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), para la inscripción en el Registro Nacional de Víctimas de las siete personas agraviadas, incluyendo a los integrantes de sus núcleos familiares, para que se proceda a la inmediata reparación integral del daño
Ante ello, exhortó que a las víctimas y sus familiares se les brinde la atención médica, psicológica y tanatológica que requieran, sin intervención de la Sedena y con profesionales especializados en la materia, así como proporcionar de forma continua hasta que alcancen su sanación, física, psíquica y emocional, atendiendo a su edad, su condición de salud física y mental, y sus especificidades de género.