En Redes sociales de había reportado un oso negro corriendo despavorido por el municipio de Cumpas en Sonora, después de acercarse a buscar comida y agua. De acuerdo a las grabaciones, el pequeño osos corre por la calles de la comunidad y termina refugiándose en el patio de una vivienda. Horas más tardes informaron que el oso había sido asesinado por los mismos pobladores.
Lo anterior, justo cuando hace un mes los pobladores del municipio de Castaños, Coahuila, asesinaron a un pequeño oso negro que capturaron y amarraron hasta la asfixia. El juez estatal vinculó a proceso a siete personas, entre ellas, cinco policías municipales por delitos relacionado con crueldad animal, encubrimiento y omisión, lo cual no amerita prisión preventivo.
Sobre este último caso, no existe un seguimiento por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Fiscalía General de la República (FGR). Los delitos contra la biodiversidad se castigan con una pena de uno a nueve años de prisión y por el equivalente a 300 mil días de multa.
Además, el oso negro es una especie protegida por la legislación mexicana en el NOM-059, en la categoría «Peligro de Extinción, y por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Por su parte el alcalde de Cumpas, Sonora, Diego Urias Varela, aclaró sobre este nuevo caso que él no dió la orden de sacrificar al ejemplar y que la policía ya está investigando.
«Amigas y amigos de nuestro municipio, les quiero informar que están circulando videos del oso que entró a nuestra comunidad, ha muerto y les quiero expresar que jamás di orden que se sacrificara este animal, de esta manera les informo que desconocemos quién o quienes le dieron muerte a este animal y seguridad pública ya está investigando.»
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NILY
