Después de su reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador, donde presentó su renuncia como canciller, Marcelo Ebrard expresó su seguridad de que regresará a Palacio Nacional hasta octubre de 2024, afirmando así su plena aspiración presidencial.
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Al abandonar el recinto, Ebrard dejó de lado el traje y la corbata característicos de un funcionario para vestirse con una playera con la imagen de la caricatura que se creó para su promoción política y la frase «sonrían, todo va a estar bien».
El ex canciller salió de Palacio Nacional pasadas la 1:30 de la tarde, declarando que se despidió del presidente López Obrador y compartieron diversas anécdotas, incluyendo la intensa relación que tuvo con el gobierno de Estados Unidos durante su mandato en la Secretaría de Relaciones Exteriores.
A su salida del recinto, un grupo de simpatizantes lo esperaba para acompañarlo hasta la librería Porrúa, donde ofrecería una conferencia de prensa.
Entre gritos de «es un honor estar con Casaubón» y «Presidente, Presidente», sus seguidores lo recibieron en la esquina de la calle Moneda con Plaza de la Constitución.
En medio del caos generado por los representantes de los medios de comunicación que intentaban capturar la mejor imagen y los numerosos simpatizantes, el equipo de Ebrard trató de abrirle paso para trasladarlo a la librería donde encabezará la conferencia.
