La guerra entre Rusia y Europa no ha terminado e incluso, se ha acentuado después de que el Kremlin anunciara que la reactivación del ducto Nord Stream está sujeta a que se levanten las sanciones en contra del gigante de Europa del este.
El gobierno encabezado por Vladímir Putin señaló que la suspensión responde a que las sanciones económicas impiden el funcionamiento de Nord Stream, por lo que de no levantarse, el flujo de gas hacia Europa no se reanudará.
«Los problemas con el bombeo surgieron debido a las sanciones impuestas en contra de nuestro país y en contra de una serie de compañías por parte de los estados occidentales, incluyendo a Alemania y el Reino Unido. No hay otros motivos que generen problemas para el bombeo».
Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.
Por otra parte, el portavoz ruso indicó que aunado a las sanciones, Nord Stream no puede suministrar gas al resto de Europa debido a que solo tiene una turbina funcionando, misma que tiene roturas y fallas.
El anuncio del cese de suministro por parte de Rusia no es nuevo, pues el pasado 3 de septiembre el gobierno ruso comunicó que se había encontrado una fuga de aceite en una turbina en la única estación compresora del gasoducto, situación que fue catalogada como falacia por parte de la Unión Europea (UE).
Sin embargo, la escasez de gas no es el único aspecto preocupante para Europa, pues el petróleo ruso también podría dejar de llegar.
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En relación con este tema, Alexander Novak, viceprimer ministro ruso, ya había alertado que en caso de que se establecieran topes a los precios del crudo ruso, Moscú también cortaría el suministro.
AM
