A través de sus redes sociales, el Papa Francisco pidió este domingo 15 de agosto ayuda y solidaridad internacional para aliviar y aminorar las consecuencias del fuerte terremoto que azotó a Haití, entre otras zonas, el cual dejó hasta el momento 304 muertos y cerca de mil 800 heridos.
Luego de las oraciones del ángelus dominical en la plaza de San Pedro, el sumo pontífice expresó su cercanía a las “queridas poblaciones afectadas durante el terremoto”, y reiteró su oración por las víctimas y para los supervivientes.
Añadió su deseo de que “se mueva el interés participativo de la comunidad internacional y que la solidaridad de todos pueda aliviar las consecuencias de la tragedia”.
Este sismo, el cual tuvo una magnitud de 7.2 en la escala de Richter, dejó graves daños materiales, agravando la ya de por sí difícil situación del empobrecido país caribeño.
Dicho desastre natural azotó gran parte del suroeste de una de las naciones más pobres del continente, borrando prácticamente algunas de las localidades, provocando afectaciones y dificultad en las labores de rescate en dos de las comunidades.
Esto ha agravado en gran medida la que ya era una situación difícil para los haitianos, quienes además de lidiar con la pandemia de Covid, el reciente asesinato del presidente y una ola de violencia de pandillas.
Por su parte, el primer ministro Ariel Henry, aseguró que se encuentra enviando ayuda a las zonas de las localidades que quedaron destrozadas y a los hospitales que se han visto superados por el número de pacientes que llegan de urgencia.
Además, uno de los exsenadores rentó un avión privado para poder trasladar a los heridos de Les Cayes a Puerto Príncipe para brindarles la asistencia médica.
Finalmente, Henry declaró estado de emergencia de un mes para todo el país, y mencionó que no pedirá ayuda internacional hasta que se conozca la magnitud de los daños.
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DDF
