El cambio climático será el principal factor del riesgo de aparición de nuevas enfermedades en animales que podrán ser transmitidas a las personas.
La revista Nature publicó una investigación con uso de modelos que prevé la transmisión en 2070 de 15 mil nuevos virus entre especies por la reorganización de distribución de los mamíferos, debido al cambio climático en un escenario de calentamiento de dos grados centígrados.
Los resultados señalaron el posible incremento de transmisión de enfermedades infecciosas emergentes en humanos, en las zonas con mayor concentración de población en África tropical y el sureste asiático.
El biólogo estadounidense de la Universidad Georgetown, Colin Carlson, analizó los posibles cambios en las áreas de distribución geográfica de 3 mil 139 mamíferos en respuesta a distintos escenarios climáticos para 2070.
Los investigadores advirtieron que es posible que ya se estén produciendo cambios en los «puntos de dispersión de las especies» debido al calentamiento global existente, y agregaron que mantener la temperatura por debajo de los dos grados en ese tiempo detener estos acontecimientos.
El traslado de los animales creará nuevas comunidades, lo que sería un mecanismo «nuevo y potencialmente devastador» para que surjan enfermedades que pueden «amenazar la salud de las poblaciones animales» y con posibles repercusiones para la humanidad, señaló el investigador George Albery.
Albery subrayó que hay que establecer un sistema de vigilancia del movimiento de los animales salvajes y sus padecimientos, además de la creación infraestructuras que protejan su salud y la de las personas.
Existen al menos 10 mil especies de virus capaces de infectar a los humanos y actualmente la gran mayoría «circula silenciosamente en los mamíferos salvajes».
Este estudio sugirió que el cambio climático será el principal factor del riesgo de aparición de nuevas enfermedades, por encima de problemas como el comercio de especies silvestres, agricultura industrial y deforestación.
Estos nuevos eventos se prevé que sean impulsados de forma predominante por los murciélagos, que probablemente alberguen virus «con una alta probabilidad» de transmisión a las personas.
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D.E.
