El Papa Francisco expresó la mañana de este miércoles 6 de octubre su “vergüenza” por la incapacidad de la iglesia al gestionar los casos sobre los curas acusados de pederastía, luego de la publicación de un informe sobre los 330 mil casos de abuso y violencia sexual cometida contra menores y personas vulnerables, ocurridos desde 1950 por parte del clero francés.
“Es el momento de la vergüenza”.
De acuerdo con el informe, publicado el pasado martes 5 de octubre por una comisión independiente, mismo que fue hecho publico por obispos franceses, en los últimos tres años se ha investigado el fenómeno en la iglesia francesa el cual ha identificado entre dos mil 900 y tres mil 200 religiosos pederastas, en donde hubo al menos 330 mil casos de abuso o violencia sexual sobre diversos grupos de personas vulnerables o menores de edad desde 1950.
“Deseo expresar a sus victimas mi tristeza y mi dolor y por los traumas que han sufrido mi vergüenza, nuestra vergüenza, por la larga incapacidad de la Iglesia de ponerlas en el centro de sus preocupaciones”.
Aunado a esto, el sumo pontífice hizo un llamado a obispos, fieles, superiores y religiosos para continuar con los esfuerzos para que «dramas parecidos no se repitan», además de expresar su apoyo a los religiosos franceses para que superen esto como una prueba que les ayudara a superar los males.
Así mismo, realizó una invitación a los católicos franceses para asumir sus responsabilidades, con el fin de que la Iglesia sea una casa segura para todos.
Tras la publicación de dicho informe, la oficina de prensa del Vaticano publicó una nota en donde el Papa expresaba su dolor, en la cual se decía que sus pensamientos y oraciones iban dirigidos a todas las víctimas por su gran dolor y un agradecimiento ante su valentía por denunciar.
Cabe señalar que el Santo Padre fue informado de la publicación sobre el informe por dos obispos franceses, a quienes recibió en los últimos días durante las vistas “ad limina”, las cuales se realizan cada cinco años.
“Su pensamiento va ante todo a las víctimas, con gran dolor, por sus heridas y agradecimiento, por su valentía en la denuncia, y a la Iglesia de Francia, porque, en la conciencia de esta terrible realidad, unida al sufrimiento del Señor por sus hijos más vulnerables, prueba embarcarse en un camino de redención”.
Indicaba el comunicado.
Finalmente, durante la presentación del informe, el presidente de los obispos franceses refirió su “vergüenza” por los hechos que “por su carácter conmociona y por su número abruma”, sin embargo, paso por debajo la cuestión de indemnizaciones, las cuales son el principal reclamo de las asociaciones de víctimas, quienes acusan a la iglesia de mirar para otro lado en el asunto tras años de haberlo hecho con los casos denunciados.
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