El primer ministro de Reino Unido vivió momentos vergonzosos en su llegada al servicio de acción de gracias por los 70 años de reinado de la monarca
Una multitud de personas atentas a los festejos del Jubileo de Platino en las afueras de la catedral de San Pablo abuchearon al Primer Ministro británico, Boris Johnson, en su llegada al evento acompañado por su esposa Carrie, durante el segundo día del servicio de acción de gracias por los 70 años del reinado de Isabel II.
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El mandatario, envuelto en el escándalo gubernamental «Partygate» por violar personalmente las normas de confinamiento impuestas a la sociedad durante el peor momento de la pandemia en el país británico, fue recibido durante su llegada y salida del evento bajo la desaprobación de la multitud congregada en las inmediaciones de la catedral de San Pablo, evento que prescindió de la presencia de la Reina Isabel II por complicaciones en su salud que le impidieron participar en su ceremonia.
Entre gritos de desaprobación y abucheos, el primer ministro arribó al festejo de la monarca donde, ante la presencia de más de 400 invitados de la familia real, entre políticos, dignatarios e invitados especiales, leyó versículos del Nuevo Testamento, citando pasajes del libro bíblico de Filipenses 4:8.
«Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad», leyó el mandatario acusado de violar las restricciones de convivencia impuestas a la sociedad por el mismo durante la pandemia por Covid-19.
Durante 2020 y 2021, en los puntos más críticos de la emergencia sanitaria en el país británico, Boris Johnson organizó, junto con su gabinete político del Partido Conservador, más de 16 fiestas al interior de diversas sedes gubernamentales sin medidas de sanidad de por medio, mientras a la población se le prohibía asistir a eventos sociales, reunirse con sus familiares e incluso, ayudar a enfermos y moribundos afectados por el virus del Sars-CoV-2.
Miembros de la oposición, incluso del mismo partido Conservador, critican al mandatario por mentir frente al Parlamento británico y lo acusan de intentar desviar de la atención pública el escándalo por el que ahora votantes del mismo exigen su destitución.
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JOVC
