Ante una intervención de custodios del Centro de Reinserción de Tlaxcala impidió un enfrentamiento de los presos y que la misma tuviera consecuencia graves. Esto ante el informe donde algunos de los reclusos advirtieron de la violencia desatada por los abusos de un grupo de presos quienes supuestamente controlaría el tráfico de droga y el cobro de cuotas.
De acuerdo con la información, el jefe de Custodia Penitenciaria, Marcelino Celestino Marcos, fue abordado por varios internos del dormitorio uno, quienes le expresaron que ya estaban cansados de los abusos del preso Francisco Arroyo de la Concha y su grupo integrado por Jonathan Hernández Cielo, Héctor Durán Yáñez, Geovanni Alexis Zepeda Mora, Juan Carlos Texis Medina, Alejandro Delgado Pluma, Aldo Ulises López Villalobos, Roberto Alexis Otamendi Jaimes y Damián Rangel Lara.
Ante la violencia dentro del Cereso, se derivó en un urgente operativo que provocó la movilización de los custodios del Cereso de Apizaco y de distintas fuerzas del orden para garantizar la integridad física de los internos antes mencionados, el cual estuvo a cargo de Leoncio Mejía Meneses, jefe del Departamento de Seguridad Penitenciaria de la Dirección de Prevención y Reinserción Social.
Así, se realizaron diversos operativos en el dormitorio dos (área de sentenciados), con el propósito de reubicar a Francisco Arroyo de la Concha, Jonathan Hernández Cielo, Héctor Durán Yáñez, Geovanni Alexis Zepeda Mora, Juan Carlos Texis Medina, Alejandro Delgado Pluma, Aldo Ulises López Villalobos, Roberto Alexis Otamendi Jaimes y Damián Rangel Lara, quienes fueron llevados al área de medidas especiales para personas inimputables, proceso que concluyó cerca de las once horas con la supervisión de Salomón Amador González, director de Prevención y Reinserción Social de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y de Armando García Muñoz, encargado temporal del Centro de Reinserción Social de Tlaxcala.
Incluso, según los testimonios de algunos internos Francisco Arroyo de la Concha controla las actividades ilegales al interior del penal con la ayuda del capital de la policía estatal Carlos Quijano Crisóstomo, quien formaría parte de una red de corrupción que operaría en el Cereso de Tlaxcala ante la indiferencia de Salomón Amador y Armando García.
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MAO
