A diferencia de distintos puntos de Querétaro que sufren por las inundaciones que han dejado las últimas lluvias, la Zona Metropolitana del estado atraviesa por un desabasto de agua potable.
Desde el pasado 23 de septiembre la presa de Zimapán fue desfogada por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por los altos niveles que alcanzó. Por esta razón, la Comisión Estatal del Agua (CEA) frenó la operación del Acuerdo II para evitar afectaciones en las bombas de agua.
Este acueducto abastece de agua tan sólo al 40 por ciento de la Metrópoli, sin embargo, ha afectado al resto de la población debido a que las autoridades distribuyeron el agua de la batería de los pozos de la CEA de donde se abastece al resto de la población, con el fin de que el agua llegue equitativamente a los hogares queretanos.
Enrique Abredop, vocal ejecutivo de la CEA declaró que el desfogue de la presa de Zimapán comenzó el primero de octubre y continúa sin tener una fecha de término, razón por la cual el suministro se mantendrá intermitente en el estado.
“En condiciones normales, 100% del agua que se distribuye en la ciudad, a través del sistema acuaférico, 40% proviene del Acueducto II y 60% viene de fuentes subterráneas. Cuando dejamos de recibir agua del Acueducto II, lo que tenemos que implementar es tratar de que nuestra batería de pozos, por sí sola, cubra la demanda de 100% de agua de la ciudad”
De acuerdo con la CEA, esta presa es una de las que tiene mayor capacidad a nivel nacional. Además, el organismo agregó que, derivado de las lluvias recientes, hay más presas en el país que están alcanzando su nivel máximo.
