Luego de que detuvieran a la mujer que llevó el cadáver de un bebé al Centro de Reinserción Social de San Miguel, además de que se fincaron cargos a otras cuatro personas, el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, señaló que el caso del pequeño Tadeo tenía la finalidad de “desestabilizar el penal para tomar el control al interior”.
Barbosa Huerta se refirió al asunto horas después de que las autoridades aprehendieron a Nadia Carolina N. por llevar el cuerpo del bebé fallecido al reclusorio y le fincaron cargos a una custodia llamada Jessica N. por su complicidad en el acceso. Y precisó que se tienen evidencias de las entradas y salidas de las mujeres al penal de San Miguel.
Además, hay dos reos involucrados. Uno de ellos llamado Antonio N. a quien Nadia Carolina N. visitaba con frecuencia y quien habría ordenado la exhumación y el traslado del cuerpo a Puebla. El otro es Sergio N. y quien habría sido el sujeto que se encargó de tirar el cadáver al contenedor de basura en el que fue encontrado el pasado 10 de enero.
En conferencia de prensa, el mandatario estatal indicó que “El bebé Tadeo no fue exhumado e introducido al penal de San Miguel para actos de santería o para meter drogas. Lo que pasa es que los internos involucrados, con la ayuda de custodios, intentaron desestabilizar para tener el control de este reclusorio».
Y añadió que “con esto se comprueba que en Puebla no hay impunidad y para quienes hicieron alardes de gusto sobre estos acontecimientos macabros ahí está la respuesta institucional. Ya hay el complemento de las investigaciones puestas a disposición de un juez y seguramente seguirán apareciendo hechos”.
A propósito de evitar la impunidad, hay que apuntar que este caso incluso llevó a la separación del cargo del director y el subdirector, así como de varios custodios del reclusorio de San Miguel. El 24 de enero la Fiscalía General del Estado de Puebla detuvo a 19 trabajadores del citado centro de reclusión, todos ellos bajo los cargos de abuso de autoridad o incumplimiento de un deber.
Por ello es que, precisó Barbosa Huerta, “se tienen que asumir acciones relacionadas con el mejor funcionamiento del reclusorio en todas sus formas. Y primero está la seguridad, porque en esta disputa por el control del reclusorio y la desestabilización del mismo genera un ambiente en el que muchos participan”.
Barbosa Huerta no descartó que se implementen mayores controles también en los panteones de Puebla para evitar que haya exhumaciones clandestinas con diversos fines. Pues aunque el cuerpo del bebé Tadeo fue robado de un cementerio de la CDMX, la noticia fue muy conocida y podría motivar a otras personas a incurrir a situaciones ilícitas.
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