La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) pidió al Director General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Luis Antonio Ramírez Pineda, reparar los daños causados por la violencia obstétrica ejercida contra una mujer y los daños causados a la salud de su hijo en el Hospital General de ese Instituto ubicado en el estado de Querétaro.
El 18 de mayo de 2018, la víctima acudió para recibir atención médica con 38 semanas de gestación y contracciones, siendo ingresada a vigilancia de parto. Cabe destacar que la víctima tenía programada una cesárea. Sin embargo, el ginecólogo realizó procedimientos médicos para acelerar el parto y le suministró medicamentos.
Cuando ingresó a la sala de expulsión, el ginecólogo intentó sacar con fórceps al producto de la gestación sin conseguirlo, hasta que fue asistido por otro médico. El recién nacido fue atendido en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) con diagnóstico de asfixia; mientras que la mujer fue reingresada a quirófano por hemorragia obstétrica, parto patológico, ruptura uterina y choque hipovolémico, extirpándole el útero y un ovario para salvar su vida.
La victima aún presenta secuelas psicológicas por el trato recibido. Además, el menor de edad es atendido por especialistas en neurocirugía pediátrica y deberá acudir a valoración durante ocho años bajo un esquema de medicamentos anticonvulsivos para advertir cualquier afectación en su desarrollo.
Con lo anterior, la CNDH pidió al director general del ISSSTE reparar el daño causado a las víctimas y familiares, incluyendo una compensación justa.
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