Los seguidores del ex vocalista la banda Linkin Park recuerdan con nostalgia al cantante intérprete de grandes éxitos como “In the end”, “One step closer” y otras más que lo llevaron a probar las mieles de la fama con sus letras que identifican a los jóvenes de la década de los 2000.
Hace cuatro años, un 20 de julio de 2017, Bennington decidió acabar con su vida a manos propias y dar fin a los demonios que le persiguieron desde su infancia que ni el dinero ni la fama lograron borrar, dejando consternados a sus amigos y compañeros que en su momento aseguraron no haber percibido señales de alerta de lo que estaba viendo y lo que planeó hacer.
“La gente que tiene problemas de depresión e ideas de suicidio, son muy buenos manejando las emociones para ellos mismos, nunca muestran a los demás como se sienten. No hay manera de evitar algo como eso, es imposible”, comentó en una entrevista Sean Dowdell.
Cuando Chester tenía siete años, sufrió abuso sexual por parte de un amigo que era mayor que él, situación que se prolongó hasta los 13 años. Durante ese período de tiempo también tuvo que enfrentar la separación de sus padres cuando tenía 11 años, hechos que lo marcaron emocionalmente desde su infancia.
Más tarde, decidió romper el silencio y confesar lo que había vivido y callado por al menos seis años por el temor de que no creyeran o lo considerarán gay; sin embargo, a pesar de hacer públicos los hechos, nunca denunciaron a su abusador.
La dura vida que vivió el cantante siempre lo atormento y aunque tuvo buenos momentos gracias a la música, sus demonios internos nunca lo dejaron en paz y por esa razón se adentró en las drogas y el alcohol como refugio de sus problemas.
Su carrera la inició desde muy joven, a sus 16 años se convirtió en el baterista de “Grey Daze”, la banda que formó en compañía de su amigo Dowdell y más tarde se unió a Linkin Park, donde conoció la fama.
Nada pudo borrar el pasado del cantante y hundido en una gran depresión, a sus 41 años decidió elegir una fecha importante para despedirse de la vida, de sus seguidores, amigos y de sus seis hijos que sufrieron su partida. Su suicidio lo realizo el día del cumpleaños de amigo Chris Cornell, quien también se quitó la vida meses antes.
Él se fue, pero su música quedará viva junto el recuerdo de sus fans.
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