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Recordamos al Rey del Jaripeo a seis años de su partida

por | Jul 13, 2021

La vida de Joan Sebastián estuvo llena de contrastes desde antes de convertirse en la estrella de la música que fue. Cualquiera pudiera imaginar que su vida fue maravillosa después de tocar la cima y las mieles del éxito, pero no fue así, existieron varios pasajes complicados en la vida del “Huracán del Sur” que tuvo que enfrentar hasta los últimos días de su vida.

Tener un lugar en la industria no es fácil, menos cuando no se tienen los recursos y los contactos necesarios para moverse y adentrarse en el ámbito musical. De familia humilde, nació el 8 de abril de 1951 en Juliantla, Guerrero y con el apoyo de su padre, Marcos; quien confió en su talento que mostró desde pequeño componiendo e interpretando, pudo emprender el camino para alcanzar su sueño de ser cantante y pisar grandes escenarios.

Al salir de su pueblo tuvo que trabajar haciendo varios oficios, como bolero de zapatos, cantar en restaurantes y como asistente administrativo en un centro de hotelería y turismo. Su camino no fue sencillo y algo que marcó al “Poeta del Pueblo”, fue cuando Raúl Velasco se negó a hablar con él para darle un espacio en su afamado programa “Siempre en Domingo”, del que grandes estrellas salieron como Thalía o Luis Miguel.

Su hada madrina fue la “La Novia de México”, Angélica María, quien descubrió su talento cuando lo escuchó cantar en 1968 en un balneario de Oaxtepec. La actriz quedó impresionada y decidió presentar a Joan con el reconocido productor Eduardo Magallanes.

En 1975, con 24 años de edad, regresó con Raúl Velasco a cumplir la promesa que se había hecho a sí mismo el día en que el que el presentador de estrellas se negó a darle una oportunidad.

“En ese momento, Raúl, me hice una promesa. Me juré sin coraje, me juré con mucha fe que un día ibas a tener tiempo para mí”, platicó Joan Sebastián durante la emisión.

Ante las palabras que dio el “Huracán del Sur”, el señor Velasco se disculpó y dejaron atrás lo sucedido estrechando sus manos y con un beso en la mejilla.

“Permíteme que te pida perdón, porque muchas veces uno no abre su corazón y está receptivo a las personas precisamente por las ocupaciones. Pero no podemos estar tan ocupados como para cerrarle el corazón a un ser humano”.

Así arrancó la exitosa carrera de Joan Sebastián en la que logró realizar más de 50 álbumes y como compositor más de 750 temas grabados por intérpretes como Vicente Fernández, Antonio y Pepe Aguilar, Lucero, Alberto Vázquez y Beatriz Adriana, entre otros. Lo que más amó además de la música, fue a sus caballos, a sus mujeres, pero sobre todo a su familia.

Joan Sebastián tuvo que enfrentar lo que en sus palabras fue lo más doloroso en su vida, la muerte de dos de sus hijos. Trigo Figueroa quien falleció en 2006, tras recibir un disparo en la cabeza durante un concierto de su padre y en el año 2010 la tragedia se volvió a repetir con su hijo, Juan Sebastián, quien recibió dos disparos a las afueras de una discoteca en Cuernavaca, Morelos.

Estos sucesos relacionaron al compositor de “Secreto de Amor” con el narco, pues desde antes de que sucediera la muerte sus hijos, catearon su rancho en Juliantla, porque supuestamente era usado para esconder droga que era traficada desde Colombia. Estas  acusaciones las negó rotundamente el cantante en varias ocasiones, señalando que el asesinato de sus hijos no fue por algún ajuste de cuentas.

Este duro golpe en la vida del compositor lo tuvo que aprender a sobrellevar el resto de su vida, al igual que el cáncer de huesos que padeció desde 1999 y aunque en algún momento creyó haberlo superado, la  enfermedad regresó en 2007 y siguió avanzado hasta que perdió la batalla el 13 de julio de 2015. Como cosa del destino su caballo favorito “Padrino”, falleció días antes de la partida del cantautor de alguna forma anunciando la muerte del Poeta del Pueblo, a quien a seis años de que nos dejó lo recordamos a través de su legado musical. 

Su entrañable Juliantla, a quien le dedicó una canción siempre lo recordará como su orgullo, por todas las obras de caridad que hizo en su pueblo, como modificaciones en la iglesia local, apoyó con mobiliario a las escuelas y dio trabajo a cientos de sus habitantes en su rancho, por lo que en su honor colocaron su nombre a una de las calles de su pueblo ubicado al sur de Guerrero.

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