La cantante, Carla Morrison, tiene 37 años y desde los 14 va a terapia
Carla Morrison cerró su Renacimiento tour en el Auditorio Nacional. Minutos después de que el reloj marcó las 20:00 horas, la cantante apareció en el escenario decorado muy primaveral y vistiendo un corset de mangas caídas color rosa decorado con piedras, guantes que le hacían complemento y pantalón negro; acompañada por una orquesta de 8 personas, sus 3 músicos y 3 coristas.
“¿Cómo está, Ciudad de México?”, fueron las primeras palabras de la artista quien afirmó estar nerviosa y con el corazón palpitando muy rápido mientras interpretaba “Azúcar morena”. Terminada la primera canción y muy conmovida por las muestras de cariño, dio las gracias por agotar la fecha desde hace meses, pues la última vez que se presentó, fue en 2014.
Siendo el show con el que cerraba su gira, dijo que se valía llorar, enamorarse y hasta “tirar mierda” ya que el Coloso de Reforma era un lugar a salvo para expresar todo lo que tenían dentro y aunque “el hate está a la orden del día, hoy elegimos el amor”. Creyente de que “para encontrarse, hay que perderse”, la norteña afirmó que, gracias a sus seguidores mexicanos, tiene una carrera solida que la ha llevado a recorrer Estados Unidos, Europa y Latinoamérica.
El padre de Carla falleció por Covid-19, un hombre con problemas de alcohol, pero trabajador y aunque lo perdonó en vida y muerte, no se pudo despedir de él, ni siquiera ha podido ver sus cenizas. A veces la visita en forma de mariposa, de colibrí o le manda señales cuando suena alguna canción en la radio, dijo la artista, seguido de estas palabras, le cantó “Tragos de amargo licor” en medio de lágrimas.
Otro de los momentos que no pasó desapercibidos fueron las 5 propuestas de matrimonio que hubo mientras interpretaba “Te regalo”, por eso, le cantó a los comprometidos “Contigo”. Durante las 2 horas que duró la presentación, también se escucharon éxitos como: “Déjenme llorar”, “Te perdí”, “Pajarito de amor”, “Todo pasa”, “Diamantes”, “Disfruto” y “eres tú”.
Muy cercana al púbico con quien platicó en repetidas ocasiones, afirmó que lleva más de la mitad de su vida yendo a terapia, pues sufrió de depresión, a tal punto, de tener que pedir ayuda porque sabía que de lo contrario no sobreviviría ni su música, ni ella.
Durante el espectáculo, hubo dos invitadas. Primero, llamó al escenario a Elsa y Elmar con quien cantó “Ojos noche”, después, y cuando ya empezaba a despedirse de las 10 mil personas que la fueron a ver, Carla sorprendió a los asistentes cuando invitó a Denisse Guerrero, integrante de Belanova, luego de haber entonado las primeras estrofas de “Rosa pastel”; ambas terminaron cantándola juntas.
Luego de 120 minutos cargados de emociones y con los sentimientos a flor de piel, Carla Morrison interpretó “Las maravillas de la vida” con la que cerró su concierto.
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