La artista es de las mayores referentes de la música jazz en la década de los 2000, además cuenta con más de 6 millones de álbumes vendidos
Después de su última visita a México en 2018, la cantante canadiense Diana Krall, regresó al país para deleitarnos con su fantástico show de música jazz en el emblemático Auditorio Nacional. La sede fue testigo de las suaves melodías que cautivaron, la noche del viernes 10 de noviembre, a todo el público que esperaba con ansias ver de nuevo a la jazzista.
Te puede interesar: Kaia Lana se presentó por primera vez en El Lunario
Con un vestido brillante de color negro, la pianista se hizo presente en el escenario junto a su banda, el guitarrista Anthony Wilson, el baterista Karriem Riggins y en el chelo, el músico Robert L. Hurst III. El trío comenzó el espectáculo, transportando a los presentes a uno de esos bares clásicos, en la época del jazz de los años 20.
La pianista dedicó un momento durante noche para expresar lo contenta que estaba por volver a la México, ya que lo sintió como si «regresara a casa». También agradeció el poder tocar en el Coloso de Reforma, frente a cientos de mexicanos, «todo es magnífico. Muchas gracias», dijo la canadiense.
Como si fuera hipnótico, la cantante se lució interpretando varias melodías dentro de su repertorio, en las que destacaron canciones como «I Was Doing All Right», «The Look Of Love», «Let’s Do It, Let’s Fall in Love», «You Call It Madness» y «I’ve Got You Under My Skin». De los actos más emotivos fueron cuando Diana tocó en solitario la pieza musical «A Case of You», haciendo solo el uso de su piano y su voz. Durante la canción, el ambiente cambió a ser más íntimo entre la artista y la gente.
Cada uno de los músicos mostró su talento espectacular durante el concierto. Con varios solos de guitarra, batería y el chelo; los instrumentistas se ganaron el corazón del público, que ovacionaban la manera de hacer música. Entre la multitud se podían escuchar los gritos de emoción, así como un «¡eso, maestro!», de la impresión que dejaban al tocar.
Finamente, la Diana, regresó a los escenarios de nueva cuenta en compañía de su banda, para tocar las últimas melodías del concierto. Con una fuerte emoción que lleno a todos los presentes y que conmovió a muchos otros, la cantante deleitó con su voz al interpretar su versión de Frank Sinatra, «Fly Me to the Moon» y con unos segundos sin música, la canadiense recitó «In other words. I love you» (en otras palabras, te amo). Inclinándose en agradecimiento ante su público, entre ovaciones y gritos, Diana se despidió.
EJ.
