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«Sonido de libertad»: Un tema desgarrador puesto sobre la mesa 

por | Sep 1, 2023


Un tema punzante, doloroso, sensible, aterrador y que desgraciadamente crece día a día, como lo es la trata de niños, es la espina dorsal de una cinta basada en hechos reales, titulada Sonido de libertad, producida por Eduardo Verástegui.

Tim Ballard, un ex Agente de Seguridad Nacional de Estados Unidos, es el protagonista de este thriller en el que se vislumbra cómo capturó a cerca de 300 pedófilos en su carrera, sin embargo, nunca rescató a ningún niño; esta situación le deja una espina en el alma y decide darle un nuevo giro a su labor. Miguel, un niño de ocho años, es rescatado, pero su hermana, Rocío, sigue en las redes de los maleantes, por lo que hay que tomar cartas en el asunto. 

Jim Caviezel, aquel que encarnara a Jesucristo hace casi veinte años en La Pasión de Cristo (2004), es el vehículo para sostener a la cinta, el actor se mete en la piel de Tim, para emprender el viaje del héroe americano, al estilo ochentero, pues su inteligencia, fe y destreza son suficientes para desarmar toda una red de corrupción en Latinoamérica, a veces esto cae un poco en lo inverosímil, como se ve en la segunda parte. Asimismo, los villanos son caricaturizados; Mira Sorvino, ganadora del Óscar, luce desaprovechada y Eduardo Verástegui es plausible su labor como productor, pero como actor no ha habido evolución. 

La película, con una duración de 131 minutos, a veces se percibe un poco larga en medio de diálogos que a veces parecen panfletarios y maniqueos sobre la fe, la vocación, medallas, señales divinas, los cuales son apoyados por música que evoca la sensiblería; poco tiempo después se retoma el suspenso que tiene en vilo al espectador, sobre todo por la vida de los pequeños que ven amenazada su inocencia y vidas. En cuanto a la narrativa, es bastante convencional, sin embargo, no cae en el morbo y mal gusto que este tipo de temas pueden llegar a generar. 

El filme ha causado polémica por el apoyo de Donald Trump, conocido por su xenofobia y sus intenciones de construir un muro, el cual fue apoyado por el verdadero Tim Ballard. A esto se suma los comentarios que Verástegui emitió hace algunos meses sobre la pederastia y la homosexualidad, las cuales incitan al odio y la intolerancia, además de la ignorancia. Y recientemente, Fabian Marta, un activista de derechas y conservador estadounidense que aportó dinero para la película, entre seis mil personas más, fue detenido tras ser acusado por privar de la libertad de menores. Todos estos elementos han dado una sensación de falta de congruencia y doble moral. 

Si bien es cierto que la cinta no es la primera en explorar este tema, ni inventa el hilo negro, incluso aquí en México hay propuestas escabrosas y crudas como Las elegidas (2015) o La vida precoz y breve de Sabina Rivas (2012), se aplaude el poner sobre la mesa este tema para que se generen protocolos, presupuestos y se hagan leyes más duras para evitar que este mal suceda.

Sonidos de libertad

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