Harry es el hechicero que marcó varias generaciones gracias a su mundo lleno de magia, brujas y dragones.
Fue el 26 de junio 1997, hace 25 años que se publicó La Piedra Filosofal, el primero libro de la saga de ficción de Harry Potter, bajo el sello lodinense de Bloomsbury, escrita por J.K Rowling.
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Después de decenas de rechazos editoriales, la autora pudo publicarla, lo que le otorgó 500 ejemplares de tapa dura y 300 de ellos fueron llevados a las bibliotecas.
«En una era de distracciones y de concentración a corto plazo, ser absorbido por un libro de casi 4.000 páginas –y capaz de releerlo– no es un triunfo menor»
Y es que todos recordamos la historia de Harry Potter, un pequeño niño de 10 años que perdió a sus padres en un accidente, lo que lo llevó a vivir con sus tíos y su primo. Sin una habitación propia, ni amigos, recibió su carta de una de las mejores escuelas de magia, Hogwarts, en la que aseguraba que no era muggle, sino un hechicero y su educación mágica lo esperaba.
Existen familias con tres generaciones de lectores de Harry y un pico de ventas demostró ser la lectura elegida para el confinamiento de 2020. Se puede leer en 80 idiomas.
Se trata de un historia que a su vez es un cuento de hadas, dramas familiares, comedia escolar, ensayo políticos y un thriller con cientos de piezas que completar, todo esto llevando a un punto específico, la batalla entre el bien y el mal.
«Ella prefiere las comparaciones a las metáforas, las descripciones a la poesía, mostrar antes que cavilar, el diálogo al soliloquio.»
WGGB
