La serie basada en la historia del sanguinario asesino Jeffrey Dahmer, ya se posiona como la más vista de la plataforma de streaming
Una de las historias más sanguinarias sobre asesinos seriales, es sin duda la de Jeffrey Dahmer, quien cometió una serie de crímenes contra hombres y niños, violando y descuartizando, incluso comiendo parte de sus victimas. Estos atroces actos, fueron llevados a cabo en cine; sin embargo, años después el director Ryan Murphy, con la experiencia que tiene con el género del terror y el misterio. Decidió llevar a cabo a Dahmer, ahora en un formato de mini serie, y de la mano de Evan Peters, como protagonista. Recordemos que ambos ya habían colaborado juntos, en distintas temporadas de la serie American Horror Story.
Ahora junto con Netflix, estrenaron Dahmer: Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer, una miniserie de diez episodios, la historia dedica mucho tiempo a mostrar el mundo interior del criminal, sin idealizar ni otorgarle elementos de simpatía. La serie se toma varias licencias poéticas discutibles, pero lo hace, como siempre en Murphy, para mejorar el relato. La miniserie es una descripción muy clara de cómo un asesino serial se transforma en tal, cómo va dando los pasos que marcan un sendero que desemboca en el horror.
Dejándonos ver que el asesino, aún siendo una persona sospechosa y con conductas terribles, la ley no logró movilizarse a tiempo como para evitar muchos de esos crímenes. Y que sin duda, de haber hecho caso a distintos llamados de vecinos que reportaban la conducta extraña de Jeffrey, se pudieron evitar muchos asesinatos.
Sin duda, la historia del llamado Carnicero de Milwaukee, no es para cualquiera, pero sin duda es una gran producción que nos adentra en el famoso dicho sobre quienes cometen este tipo de crímenes: «¿Los asesinos nacen o se hacen?». Porque el detalle con el que describe el mundo de un asesino le eriza la piel a más de un espectador. Impactante, bien filmada y con varios elementos curiosos y diferentes. Monstruo: la historia de Jeffrey Dahmer es otro gran logro de Ryan Murphy y confirma la rara fascinación de las personas por estos personajes.
La serie, por suerte, nunca coquetea con la admiración, sino que siempre describe de forma impiadosa a su terrible protagonista, llevándonos desde su niñez, hasta su adultez y como es que empieza a convertirse en el asesino despiadado que fue.
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