Después de once años, Antonio Banderas regresa a ponerle voz y ronroneos que connotan confianza, felicidad y bienestar.
En esta secuela, nominada al Globo de oro como mejor cinta animada, nos reencontramos con El Gato con Botas, quien lleva una vida aventurera, disipada y despreocupada, pero nada dura para siempre y al parecer sus acciones le han pasado factura, ha desperdiciado ocho de sus nueve vidas, ahora debe llevar una vida mesurada, pero existe un mapa que lo podría conducir a pedir un último deseo y así poder restaurar sus vidas.
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En medio de la travesía antes mencionada, El Gato con Botas se reencuentra con Kitty Patita suave y un perro sin amigos, ni hogar, juntos y con sus respectivos talentos emprenden la búsqueda, tal y como ocurrió en ‘El bueno, el malo y el feo’ (1968), cinta a la que hay una gran alusión, en la que tres cazadores de recompensas buscan un tesoro que ninguno de ellos puede encontrar sin la ayuda de los otros dos. Así que colaboran entre sí para conseguir el botín, aquí ocurre algo similar.
Paralelo a ellos hay chistes, efervescentes y alusión a otros cuentos de hadas como Ricitos de oro, el Lobo Feroz, entre otros que le dan dinamismo y agilidad a esta nueva aventura, enmarcada por una animación más que decorosa.
El encanto de Antonio Banderas, cuyo papel le queda como guante, reluce en la versión tanto en español como en inglés, el desenfado, la seducción y el desparpajo siguen siendo el toque que el español da al personaje. En su contraparte, Salma Hayek, como Kitty Patita Suave, hace una buena mancuerna con el actor, como lo han hecho desde ‘Desperado’ (1995), sin embargo, por razones desconocidas, la veracruzana no presta su voz para la versión en español.
Sostenida por lecciones como la lealtad y la amistad, Dreamworks ofrece una cinta ligera pero con vitalidad y agilidad felina, parece que esta saga todavía tiene más vidas. En medio de un mundo en el que hay gatas bajo la lluvia, o mininas que les gusta el mambo, o incluso hay gatos voladores, todo indica que El Gato con botas tiene un lugar muy especial en la psique de más de uno.
