Hace una década, Mario Iván Martínez se metió a una camisa de once varas al interpretar a Aksenty Ivanovich Poprishchin, un personaje que se hizo memorable en las manos de Carlos Ancira, el reto no era menor y el hijo de Margarita Isabel hizo suyo este monólogo, ahora regresa al Helénico, sólo los lunes y por corta temporada, en Diario de un loco.
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Bajo el género de la sátira, se diseccionan los sentimientos de Aksenty, un funcionario de gobierno quien se siente abrumado con su vida y con los amores imposibles hasta ir perdiendo la razón, las alucinaciones y los desvaríos se van apoderando de él y con ello se va de la mano con los alcances histriónicos de Marío Iván, quien puede cambiar de voz a su antojo, canta, puede hablar italiano, latín y demás en función de la locura de su personaje, a esto se suma una iluminación que se convierte en su aliado, al igual que la escenografía y la utilería, cada pieza tiene una razón de ser y de estar en ese espacio.
Presentada por primera vez en 1853, la obra de Nicolai Gogol, sigue vigente en un reflejo de la soledad que puede experimentar el hombre, la frustración que deriva en la locura, pero hay un dejo de romanticismo en cómo se expresa el personaje principal, sobre todo con los sueños y anhelos de un mundo irreal que no logra cristalizar.
‘Diario de un loco’ está disponible hasta el 8 de abril, en el teatro Helénico, presentándose sólo los lunes a las 20 horas de la noche. La experiencia es inolvidable.
