Lo sobrenatural encabezado por la brujería, la ambición a varios niveles y lo perturbador de esta fusión es lo contenido en el thriller con tintes de horror titulado ‘Desaparecer por completo’.
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Después de comedias como ‘Tiempos felices’ y ‘Solteras’, Luis Javier Henaine da un giro de 180 grados y de la comedia se traslada al thriller en el que hallamos a Santiago, un fotoperiodista con un talento innegable, sin embargo sus fotos terminan en periódicos de nota roja y sensacionalistas, él aún no cristaliza sus ambiciones profesionales. En el ejercicio de su labor se topa con un muerto que lo deja impávido y anonadado, pero este es sólo el inicio para un descenso a los infiernos, pues cada día irá perdiendo uno de sus sentidos, en una carrera a contratiempo debe hallar el origen de este mal y contrarrestarlo.
Con guiños a ‘Se7en: los 7 pecados capitales’ (1995) en el ámbito de los cadáveres mostrados en una forma impactante, así como de ‘Blow up: Deseo de una mañana de verano’ (1966) en la ambición del fotoperiodista y en cómo tal vez sin querer se fotografía un crimen, pasando por ‘Sobrenatural’ en donde la zozobra del protagonista y la brujería se conjugan ante la incredulidad son algunos elementos con los que se puede equiparar al filme, el cual surge de ciertos relatos ocurridos en Catemaco y zonas aledañas; pero el filme consigue su propio sello y propuesta.
Al transcurrir los días, el suspenso se apodera del espectador así como algunas propuestas visuales y de audios que llegan a desconcertar, aturdir e impactar. Asimismo, Harold Torres, quien se ha erigido como uno de los mejores actores de su generación sostiene bien al filme con un personaje con muchos grises, pues sus decisiones, sus actos y su profesión pueden caer en muchos cuestionamientos morales y éticos, dándoles así varias dimensiones a Santiago y su entorno.
Un thriller que juega con las costumbres y tradiciones de México convirtiéndolo en algo inquietante, perturbador y con clase es lo ofrecido en esta propuesta que merece la pena ser apoyada.
