Especialistas del Instituto Materno Infantil del Estado de México (IMIEM), emitieron una serie de recomendaciones para diagnosticar oportunamente padecimientos en corazón y sistema vascular que pueden provocar graves afectaciones en niñas y niños este tipo de enfermedades.
En este sentido, cardiólogos del Hospital para el Niño del IMIEM, mencionaron que estas enfermedades provocan malformaciones, defectos o lesiones en corazón; de hecho, algunas de ellas pueden ser adquiridas en nacimiento o por procesos infecciosos y destacaron que las malformaciones congénitas son las más frecuentes y se les atribuye hasta el 10 por ciento de la mortalidad infantil.
Entre los síntomas que se pueden presentar están peso o talla baja, coloración azul en boca o extremidades, desmayos, fatiga o sudoración al momento de la actividad física, además de un menor rendimiento físico que los niños de su edad o la presencia de palpitaciones y suceden alrededor de dos de cada mil recién nacidos.
Los doctores del IMIEM recomiendan a padres de familia o sus tutores, estar atentos a estos síntomas y, en caso de detectarlos, llevar a los menores a consulta en unidades médicas del primer nivel de atención para que, en caso de que el médico pediatra sospeche de sonidos anormales se remitan inmediatamente a algún hospital pediátrico para proseguir con los estudios correspondientes.
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Puntualizaron que los sonidos, conocidos como soplos y arritmias, aunado al dolor torácico, la dificultad para consumir alimentos y la sensación de falta de aire son datos clínicos que deben ser valorados por especialistas en cardiología.
Agregaron que para determinar los procedimientos que serán necesarios, el menor debe acceder a diversos estudios para detectar posibles defectos estructurales que requieran intervenciones quirúrgicas.
Para un diagnóstico preciso y llevar a cabo el tratamiento específico, es necesario el electrocardiograma, radiografía de tórax y exploración física, además de los estudios de alta especialidad de evaluación ecocardiográfica, tomografía, resonancia magnética, cateterismo cardiaco.
Una vez que se determina la afectación del menor puede ser necesaria la intervención de cierre de conductos de arteria, tratamiento por estrechamiento del vaso sanguíneo principal que nace del corazón, cirugías de colección de conductos sistémicos pulmonares.
