Fotografía: Bill Harrison / CC BY-SA 2.0
A tono con lo expresado por el primer ministro Boris Johnson en la cámara de los comunes, el gobierno del Reino Unido está presionando a la petrolera británica Bristish Petroleum (BP) para que se desprenda de la participación de 20% que posee de su homologa rusa Rosneft, luego de que tuviese lugar la invasión de Rusia al territorio de Ucrania, informó hoy la BBC.
El ministro de Empresa, Kwasi Kwarteng, mantuvo una conversación de alrededor de 20 minutos con el consejero delegado de BP, Bernard Looney, al que le ha transmitido su inquietud por sus conexiones con el sistema ruso.
“BP salió de la reunión sin ninguna duda sobre el grado de preocupación del ministro por sus intereses comerciales en Rusia”, señaló una fuente a la cadena pública.
Tanto Looney como su predecesor en el cargo, Bob Dudley, forman parte del Consejo de Administración de Rosneft, así como el presidente de la empresa estatal, Igor Sechin, quien es un aliado del presidente de Rusia, Vladímir Putin.
Mientras tanto, en el Reino Unido el líder del Partido Liberal Demócrata, Ed Davey, solicitó el jueves pasado al Ejecutivo del conservador Boris Johnson que aplique sanciones a Rosneft y a la empresa rusa Gazprom, las cuales fueron excluidas del paquete de medidas impuestas por Londres a las empresas y oligarcas rusos.
Luego de dar inicio a la invasión de Ucrania, Rusia, que es el segundo productor de crudo del mundo y líder en la producción y ventas de gas, el precio del petróleo superó los 104 dólares el barril en el mercado de Londres, esto debido a una posible amenaza en torno al suministro, situación que a la larga resulta benéfica para productores y petroleras.
Agencia EFE
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