Fotografía: Cortesía Reserva Federal
Tal y como se esperaba, la Reserva Federal de Estados Unidos incrementó la tasa de interés 25 puntos base para situarla en un rango entre 0.25 y 0.50%, en lo que supone el primer aumento desde el 19 de diciembre del 2018, es decir, poco más de tres años.
En la segunda reunión del año que sostuvieron los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), sólo James Bullard, presidente de la Fed de St.Louis, discrepó de la decisión de sus colegiados pues él se pronunció por elevar el rango objetivo del tipo de los fondos federales en 0,5 puntos porcentuales, a un rango entre 0.50 y 0.75%.
“La invasión de Ucrania por parte de Rusia está causando enormes dificultades humanas y económicas. Las implicaciones para la economía estadounidense son muy inciertas, pero a corto plazo es probable que la invasión y los acontecimientos conexos creen una presión adicional al alza sobre la inflación y pesen sobre la actividad económica”, se lee en el comunicado emitido por el FOMC.
Aunque la Fed señaló que en los últimos meses la actividad económica y el empleo se han fortalecido, mientras que la tasa de desempleo ha ido a la baja, sin el contexto de la guerra en Ucrania reconoció que la inflación se mantiene en un nivel muy elevado, lo cual “refleja los desequilibrios de la oferta y la demanda relacionados con la pandemia, el aumento de los precios de la energía y las presiones generales sobre los precios”.
En este sentido, el Comité indicó que mantendrá una política monetaria encaminada a incrementar el empleo y mantener a largo plazo la tasa de inflación en 2.0%, algo que no ocurrirá este año pues su pronóstico para 2022 se elevó de 2.6% a 4.3%, si bien en el escenario más pesimista perfiló un 5.5%. Para 2023 y para 2024 sus previsiones son de 2.3% a 2.7% y de 2.1% a 2.3%, respectivamente.
La Fed también apuntó que se mantendrá atenta a las implicaciones que puedan tener los acontecimientos recientes sobre las perspectivas económicas y se dijo preparada para ajustar la orientación de la política monetaria si se presentan riesgos o situaciones que impidan el logro de los objetivos fijados.
“Las evaluaciones del Comité tendrán en cuenta una amplia gama de información, incluidas las lecturas sobre la salud pública, las condiciones del mercado laboral, las presiones de la inflación y las expectativas de inflación, y la evolución financiera e internacional”, concluyó el comunicado.
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