El Tribunal de Casación de Roma, que representa la última instancia del poder judicial de Italia ratificó la condena de nueve años de prisión al ex futbolista brasileño, Robson de Souza, mejor conocido como Robinho, por «violencia sexual en grupo».
El crimen tuvo lugar en la ciudad de Milán en el año 2013, cuando el entonces jugador ‘rossoneri’ fue partícipe de una violación a una joven albanesa de 23 años en una discoteca junto con otros cinco agresores. Uno de ellos, Ricardo Falco, también fue sentenciado, mientras que los cuatro restantes todavía no han sido notificados.
Al tratarse de una orden emitida en la tercera instancia de la justicia italiana, la ejecución de la condena es inmediata. Sin embargo, no existe una ley que les permita la extradición de brasileños, por lo que todavía tienen que combinarse una serie de factores para que Robinho, Falco y el resto de los agresores cumplan su pena en la cárcel.
Aunque se maneja la posibilidad de que Italia solicite que la sentencia sea cumplida en Brasil, un acuerdo de cooperación judicial en materia penal firmado entre ambos países en 1989 no prevee la aplicación en territorio carioca de una condena impuesta por las autoridades italianas.
Jacopo Gnochi, abogado de la víctima, se pronunció respecto a la situación y externó su optimismo en que la justicia brasileña tome la determinación correcta, a pesar de las limitantes que puedan existir en torno al caso basadas en su Constitución.
«Más de 15 jueces analizaron el caso en primera, segunda y tercera instancia y confirmaron el informe de mi cliente. Ahora hay que ver cómo va a ser el cumplimiento de esta sentencia, Brasil es un gran país y espero que sepa afrontarlo con esta situación. Para nosotros hay que cumplir la pena. Si fuera en Italia, iría a la cárcel. Ahora la pelota será de Brasil, que se ocupará de esto en base a su Constitución».
– Jacopo Gnochi.
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